Hoy se cumplen 10 años de aquel trágico 11 de septiembre del 2001 que puso en shock al país más poderoso del mundo y en general a todo el mundo al ver cómo dos de sus edificios más emblemáticos se venían abajo a causa del impacto de dos aviones secuestrados por terroristas.
Pero más allá de la horrible tragedia que esto supuso por la irreparable perdida de vidas humanas, lo que colapsó y puso en estado de shock al gobierno de los Estados Unidos, fué el hecho de ver vulnerada su seguridad y verla vulnerada de una manera tan grave, al grado de experimentar la sensación de no tener el control sobre la misma.
Desde ese momento, el gobierno norteamericano comenzó a tomar medidas (algunas extremas) con el afán de elevar al máximo su seguridad nacional, al grado de afectar a muchas personas que visitan su país sin ninguna mala intención, ya sea negándoles el ingreso por su país de procedencia o apariencia (árabe por ejemplo), revisiones estrictas en aeropuertos, controles y polítcias migratorias, etc. Esto hasta cierto punto es entendible, pues la posible fobia que experimentaron después de tal hecho, los ha convertido en obsesivos de la seguridad.
Desde luego que este terrible atentado, dá para horas y horas y páginas y páginas de análisis o incluso libros enteros, para tratar de descifrar cómo pudo ser posible, de hecho hay teorías de una posible conspiración, etc., pero desde el punto de vista tecnológico es díficil entender cómo es que para un país con semejante infraestructura y desarrollo tecnológico no fué posible preveer, interceptar o tomar medidas sobre dichos aviones antes de que estos se estrellaran sobre las torres, además del avión que voló sobre el pentágono.
Punto aparte es el derrumbre completo de las torres, que para muchos expertos en arquitectura o ingeniería es inexplicable.
Pero ¿Cómo ha afectado esto a nuestras vidas?
De muchas maneras, primeramente del lado económico, pues para quienes vivimos en México y en general en Latinoamérica, sabemos que nuestras economías dependen en mayor o menor medida de la economía norteamericana. También las importaciones y exportaciones se vieron afectadas, aunque con el pasar de los años han vuelto más o menos a la normalidad, pero se hicieron más complejas que antes en algunos aspectos.
En cuanto a visitar Estados Unidos se refiere, así sea que vayas como turista, los trámites para obtener la Visa se han vuelto más complicados y/o restrictivos. Los sistemas y controles de seguridad empleados en aeropuertos, aviones, fronteras, aduanas, etc., se han hecho más estrictos y rigoristas. Pero desde luego, aún así al parecer no hay seguridad que pueda garantizar al 100% que nada va a pasar.
Hablando de sistemas informáticos, es claro que se han avanzado muchísimo pero incluso a últimas fechas grandes empresas de la industria aunque no precisamente tengan que ver con seguridad, han sufrido ataques por los cuales han visto comprometida información sensible incluso por parte de sus usuarios como el que sufrió Sony en su PSN (Playstation Network).
Los debates y la polémica sobre la neutralidad de internet y el libre uso de éste han generado mucha controversia sobre lo que pueda pasar en futuro tal vez ya no tan lejano, todo esto con el fin de tener un mejor control sobre el uso de la web y una mejor seguridad, pero a costa de perder privacidad, el cual parece ser un costo muy alto.
No sé exactamente lo que vaya a pasar en ese aspecto, pero a veces llega a dar miedo que a gracias a unos cuantos, terminémos como en películas de ciencia ficción, llámese “Enemigo Público”, “El Juez”, “El Demoledor” con niveles de seguridad tan estrictos y sofisticados ejercidos sobre toda la población que hagan que la vida privada termine por ser un recuerdo… sería muy triste que esa fuera la única forma de lograr la seguridad mundial.
Imagen | Cinefilia
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