Una familia estadounidense de la ciudad de Arkansas presentó el pasado 30 de octubre una demanda contra Microsoft, Epic Games y Activision Blizzard, argumentando que sus títulos "fomentan la adicción a los videojuegos". La acusación sostiene que las prácticas y el diseño de estas entregas son "depredadoras" con el fin de alimentar sus métodos de monetización.
Esto se dio a conocer a través de la cobertura de Insider Gaming y Games Industry, quienes compartieron el reclamo completo a través de un documento del distrito de Arkansas. Casey Dunn, la madre que presentó la demanda en nombre de su hijo, asegura que estas empresas presentan "características adictivas". La señora Dunn afirma que nunca pensó que su hijo perdería todo interés en pasar tiempo con sus amigos:
“Nunca imaginamos cuando nuestro hijo comenzó a jugar videojuegos que se volvería tan adicto que su educación se vería gravemente afectada, perdería todo interés en pasar tiempo con sus amigos y su salud física y mental estaría en riesgo”.
“Estas empresas de videojuegos se han centrado en los niños y se han aprovechado de ellos, priorizando sus ganancias por encima de todo lo demás. Como madre, sabía que tenía que hacer algo para garantizar que no se salieran con la suya y destruyeran el bienestar y el futuro de nuestros hijos”.
La familia en cuestión busca una "recuperación monetaria" basada en los "recursos de salud mental adicionales para las familias que enfrentan el tratamiento de niños pequeños adictos a los juegos". Aseguran que estos perjudican a los jóvenes de la casa con prácticas poco "éticas", fomentando la monetización y adicción. Sin embargo, este caso no ha alcanzado niveles mayores, ya que ninguna de las empresas mencionadas ha comentado al respecto.
Por otro lado, la abogada que lleva el caso de la familia, Tina Bullock, asegura que dicha adicción es "algo grave y debe tratarse". La acusación presentada el pasado 30 de octubre no sería la única, y se dice que esta es la "primera de muchas que se presentarán en las próximas semanas". También afirma que este es un trastorno grave que altera la vida de los niños.
“Los padres como yo a menudo pensamos erróneamente que es un fracaso de su parte que su hijo se vuelva adicto, pero a través de este litigio esperamos arrojar luz sobre las acciones reprobables, el engaño y la manipulación de nuestros hijos por parte de estas empresas para su propio beneficio financiero”.
Queda esperar cómo responden las empresas de videojuegos mencionadas respecto a estas acusaciones. De momento, ninguna ha hecho acto de presencia, y todo queda en manos de las demandas por parte de la familia Dunn.
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