El día que la Fuerza Aérea de Estados Unidos puso a dos gatos en microgravedad para ver si caían de pie

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En 1947, cuando recién empezaba la Guerra Fría, científicos estadounidenses realizaron experimentos para averiguar cómo hacen los gatos para caer siempre de pie. Esta investigación no solo sirvió para descubrir que los mininos son acróbatas expertos, también fue de gran ayuda para los astronautas en la carrera espacial que se desarrollaría en años posteriores.

Uno de estos experimentos quedó documentado en una película del Laboratorio de Investigación Médica Aeroespacial de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos —una de las divisiones precursoras de la NASA—. El procedimiento consistió en someter a un par de gatos en condiciones de microgravedad para ver qué pasaba con su capacidad para caer de pie.

El experimento en microgravedad

De acuerdo con Gizmodo, se realizó una serie de pruebas con dos gatos a bordo de un vuelo parabólico, el cual podía simular condiciones parecidas a la ingravidez. Cuando el avión de investigación Convair C-131 Samaritan superaba los 4.5 kilómetros de altura, los pilotos inclinaban la nariz de los mininos hacia arriba en un ángulo de 35 grados. Luego iniciaban el ascenso hasta estabilizarse, lo que resultaba en 15 segundos de microgravedad.

Según datos recopilados por RT, los felinos son capaces de reconocer rápidamente entre arriba y abajo gracias a su prodigioso sistema vestibular. Esto les permite identificar dónde está el suelo y girar rápidamente para caer de pie. Sin embargo, al encontrarse en condiciones de microgravedad, los reflejos automáticos de los gatos se perdieron casi por completo y apenas fueron capaces de retorcer sus cuerpos mientras intentaban averiguar dónde caerían.

Sin embargo, los experimentos no acabaron ahí. De acuerdo con Science Alert, un artículo de 1957 publicado en Journal of Aviation Medicine describe una serie de pruebas realizadas a bordo de aviones T-33 y F-94 que realizaban vuelos parabólicos. Los estudios llevados a cabo con ocho gatos por la Fuerza Aérea de Estados Unidos tenían como objetivo averiguar el papel que jugaba el órgano otolítico, responsable del equilibrio, en condiciones de ingravidez.

Experimento Gatos Microgravedad Imagen | Vena Soemitro en Youtube

El legado de los michis a la exploración espacial

La investigación, por supuesto, ayudó a los humanos no solo a comprender cómo los gatos conseguían caer de pie, sino también a entender mejor el movimiento y la orientación del cuerpo humano en caída libre. En 1968, el investigador Thomas Kane consiguió que una gimnasta, vestida de astronauta, saltara sobre un trampolín e intentara imitar los movimientos de un felino.

En octubre de 1962, se publicó un informe titulado Weightless Man: Self-Rotation Techniques, en el cual se instruía a los astronautas para imitar los movimientos de los gatos y así poder girar correctamente sus cuerpos en condiciones de microgravedad.

Imagen de portada izq. | David~O en Flickr.

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