Al comprar un equipo nuevo, lo primero que se intenta es cuidarlo para evitar que se ensucie y se llene de polvo, pero con el paso del tiempo estos hábitos tienden a olvidarse, y eventualmente los aparatos electrónicos pueden empezar a experimentar problemas por el descuido.
Justamente eso fue lo que le sucedió al usuario de Reddit jbclassic, quien compartió en la plataforma cómo, tras no abrir su equipo para limpiarlo ni una vez en seis años, y a pesar de que seguía siendo funcional, los componentes en su interior no se veían para nada bien.
A través de una serie de fotografías, jbclasicc reveló que su equipo estaba completamente lleno de polvo, y parecía más una computadora abandonada que un dispositivo que usaba diariamente para jugar.
Aunque el usuario no mostró el resultado después de limpiar su equipo, sí mencionó que retirarle todo el polvo fue algo "bastante satisfactorio para él".
Así se veía el interior del equipo de jbclasicc tras no abrirlo por seis años
Los problemas de no limpiar el equipo
El caso de jbclasicc revela algunas lecciones que cualquier propietario de uno de estos equipos debe seguir, como no dejar que se acumule ni la suciedad ni el polvo, ya que obstruyen poco a poco la vía de acceso al aire que los ventiladores hacen circular.
Esto tiene como consecuencia que la disipación de calor se limite en algunos componentes esenciales para el funcionamiento de la máquina, lo que hace que partes como el procesador o la tarjeta gráfica pierdan rendimiento o se detengan completamente debido al calor generado.
También existen otras complicaciones, como que los ventiladores sucios generen más ruido al tener que girar más rápido para enfriar los componentes lo suficiente.
Consejos y recomendaciones
Para evitar que la computadora se ensucie, lo ideal es contar con un buen filtro en la carcasa, que ayuda a reducir el polvo que logra entrar a los componentes, y que es una característica que varios gabinetes incluyen al momento de su compra.
Otra recomendación es, aunque parezca obvia, limpiar el equipo periódicamente. Aunque no hay una regla exacta para realizar este proceso, lo ideal es hacerlo cada dos a seis meses, dependiendo de qué tanto se ensucie la habitación en la que se encuentre.
Además, la limpieza debe ser lo más exhaustiva posible, preferiblemente desmontando los componentes y utilizando aire comprimido en lugar de aspiradoras o trapos, ya que estos últimos podrían dañar alguna de las partes de la computadora.
