Los manatíes en Tabasco siguen muriendo: o por algas, o por metales pesados, o por agroquímicos, o por contaminación, todas las posibilidades han sido analizadas, y seguimos sin tener una explicación contundente.
Fueron 48 los cadáveres que se encontraron entre el 18 de mayo al 26 de octubre, aunque Excelsior reporta que fueron 84 en todo el año. Ahora, dos más se suman al registro: uno en Chilapa y otro en Tasajera, Centla.
Es el gobernador de Tabasco, Adán Augusto López, el que ha solicitado a la Secretaría de Medio Ambiente intervenir, revisar los estudios que hay, y ejecutar un programa de conservación.
En realidad el tema ya ha llamado la atención de autoridades medioambientales y científicas. El año pasado la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente dijo que las causas habrían sido multifactoriales, y enlistó a la sequía, la contaminación del ambiente y el florecimiento de algas nocivas entre ellas.
No pasó mucho tiempo para que los señalamientos se aumentaran sobre Pemex, pero no solo ha sido la paraestatal la que ha tenido que rechazar las acusaciones, sino que la misma Semarnat lo ha desmentido con ayuda de un estudio hecho por el IPN.
La conclusión es clara: solo uno de los manatíes ha muerto por toxicidad de metales pesados.
La Agencia Espacial tiene sus propios datos
Tabasco ha reforzado el monitoreo científico, en el que ya colabora la UNAM, y hasta la Agencia Espacial Mexicana ha tenido que involucrarse en el tema inspeccionando tanto los ríos, como el 100% de las instalaciones de Pemex.
Las capacidades de la Agencia Espacial le han dado más profundidad a los resultados anunciados en su momento por la Profepa.
Con datos satelitales, la agencia ha asegurado que solo hay una causa detrás de las muertes de los mamíferos: la contaminación de las algas y los químicos que producen.
Sucede que las algas nocivas pueden generar bacterias que a su vez generan cianotoxinas, las cuales están esencialmente en todo cuerpo de agua, pero que en altas concentraciones pueden ser letales. Antecedentes de contaminación pro cianotoxinas se han registrado en países como Japón, China, Inglaterra, Alemania, España y Brasil.
Sin embargo, los presidentes local y estatales han decidido tomar su distancia. "Es probable que esta sea la causa, pero insisto, no puedo adelantar vísperas, porque las causas de la mortandad pueden ser diversas" dice el gobernador de Tabasco, en una declaración que retoma Excelsior.
En tanto, el presidente municipal de Macuspana, Roberto Villalpando dijo que "por ahora no podemos tomar medidas preventivas (...) estamos esperando el dictamen de la federación para saber que pasa en el sitio".
Enfermedades de piel
En las mismas zonas de Macuspana y Centla se han reportado casos de lesiones en piel y enfermedades gastrointestinales, sin que haya confirmación de que se trate de un asunto vinculado con la contaminación.
De hecho, el año pasado, cuando todavía estaba como gobernador Arturo Núñez, él mismo descartó que se tratará por las mismas causas que ocasionaran las muertes de los manatíes. La explicación sería simplemente que son "enfermedades propias de la pobreza" ha dicho.
De lo que hay certidumbre es que las cianotoxinas han estado provocando los decesos de animales, sin que haya de momento una razón clara para el aumento de las bacterias. Las cianobacterias, que producen a su vez las cianotoxinas, aumentan de forma natural durante verano y principios de otoño debido a las pocas condiciones de viento y altas temperaturas, lo que hace que las cianobacterias puedan asimilar mejor los compuestos para desarrollarse.
Pero su proliferación también podría ser artificial. Su crecimiento depende de la concentración de nitrógeno y fósforo, de manera que si hay descargas sobre la cuenca con los componentes, producto de actividades humanas, el resultado es el mismo: más cianobacterias, más cianotoxinas, y más decesos de manatíes.
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