En México, los adultos mayores tienen el derecho de manejar siempre que cumplan con los requisitos legales establecidos. Sin embargo, según la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial, las personas de la tercera edad son consideradas "usuarios vulnerables", junto con los niños y personas con movilidad limitada.
Ni esta ley, ni el Reglamento de Tránsito de la Ciudad de México, establecen límite de edad para conducir, siempre y cuando se posea una licencia vigente. Esto significa que, a partir de los 18 años y hasta la tercera edad, cualquier persona puede manejar si demuestra su capacidad física y mental.
El Reglamento de Tránsito clasifica a los adultos mayores como personas con movilidad limitada, debido a que pueden tener desplazamientos más lentos o menos equilibrados. Esto no parece impedimento directo para conducir, ya que los solicitantes de licencia deben acreditar el examen de valoración integral.
Este proceso evalúa la aptitud física y mental del conductor, junto con pruebas teóricas y prácticas. El requisito aplica tanto para obtener como para renovar la licencia, lo que en teoría asegura que todos los conductores, independientemente de su edad, estén capacitados para operar un vehículo.

El reglamento también contempla escenarios específicos en los que las personas mayores tienen ciertos derechos o vulnerabilidades. Por ejemplo, si un conductor de más de 65 años está presente durante la remisión de un vehículo al corralón, no se considera criterio para detener el procedimiento.
Sin embargo, algunas aseguradoras pueden aplicar cláusulas particulares en las pólizas para adultos mayores. En muchos casos, esto implica costos más altos debido a factores relacionados con la salud o la asistencia vial, lo que subraya la necesidad de protección especial para este sector.
Adultos mayores detrás del volante
Aunque no hay edad máxima para manejar en México, el debate sobre la seguridad y la movilidad de las personas mayores continúa. La capacidad de manejar se relaciona más con el estado físico y mental que con la edad cronológica. Ejemplos como Vincent Dransfield, quien sigue conduciendo con 110 años, demuestran que longevidad y seguridad al volante pueden coexistir si se cumplen las condiciones adecuadas.
Con los controles adecuados, las personas en la tercera edad pueden seguir disfrutando de la independencia que ofrece manejar, siempre que cumplan con los requisitos necesarios para garantizar su seguridad y la de los demás usuarios de las vías.
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tuliptuliposa
Deberían de poner límite de edad. Mi suegro tiene 86 años, y es un peligro al volante: no tiene reflejos, es brusco, le echa el carro a la gente... de infarto. Lo malo es que fue hace 5 años por una licencia actualizada... ¡y se la dieron! ¡Con 81 años! Mi esposo le esconde las llaves porque ha estado a punto de atropellar a transeuntes en varias ocasiones. Son discuciones constantes porque el viejito se aferra a manejar, y su excusa es "el gobierno me autorizó manejar, mi licencia está al corriente". Muy mal. Mi suegro fue solito por su licencia, y el chico de la ventanilla se la dio sin más. Deberían cambiar eso y poner límite de edad. O hacer que después de los 80 lleguen con respaldo médico o un familiar acreditando que todavía están aptos. Mi suegro no lo está, y cuenta con licencia. Tache para el gobierno mexicano.