Con la fecha para el estreno del Apple Watch acercándose es obvio que por la red estén saltando más detalles en torno a su lanzamiento. Para esta ocasión es un informe del Wall Street Journal el que nos indica que al final de cuentas el reloj prescindirá de varias funciones, en concreto lo hará de algunas que aseguraban monitorear nuestra salud.
Apple nos había prometido que este dispositivo podría monitorear, por ejemplo, nuestra presión arterial, nuestros niveles de estrés, o los latidos, sin embargo, debido a la necesidad de tecnologías complejas para este tipo de mediciones, y a la fiabilidad de las mismas, la compañía ha decidido mandar al olvido algunas de éstas.
Es por ello que Apple ha decidido crear un dispositivo que funcione de forma "adecuada" para diversas actividades, como las notificaciones y la cuantificación básica. Es decir, que ofrecerá básicamente las mismas capacidades de los actuales relojes inteligentes. Claro que ya sobre ese panorama, cuando conozcamos el dispositivo que saldrá al mercado, habrá que analizar si tanta espera, rumores, y principalmente, el precio, valdrá la pena.
De entrada, prioridad para la versión básica
El mismo medio ha conseguido información sobre el número de unidades que estarán disponibles para su lanzamiento. En detalle el WSJ dice que para su estreno Apple ha solicitado poco más de 5 millones de unidades, de las cuales la mitad será de la versión básica, la Sport.
De ahí, la versión que le sigue —de gama media— tendrá una tercera parte del pedido general. Y por último, el modelo de gama alta, que ha sido fabricado en oro de 18 kilates, tendrá muy pocas unidades en este primer pedido.
Sobre este último modelo no tenemos detalles específicos de su precio, pero se rumora que podría alcanzar los 4,000 dólares; el modelo más básico se venderá por unos 349 dólares.
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