María, mota, marihuana, hierba, porro... tantos nombres para designar al cannabis, una plantita que tiene la capacidad de hacerte perder los estribos, la conciencia, el contacto con la realidad, o bien de no provocar absolutamente nada. ¿Por qué hablar de la marihuana? Resulta que a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ha llegado una petición para que se valide el uso recreativo (o lúdico) de la marihuana, y hasta ahora se ha conseguido ese amparo para cuatro ciudadanos mexicanos que son: Josefina Ricaño Bandala, Armando Santa Cruz González, José Pablo Girault Ruiz y Juan Francisco Torres Landa Ruffo.
Hablemos claramente, la marihuana es una droga, no por ser verde y hasta ecológica es menos dañina o tóxica que otras drogas más "duras" como la cocaína, la heroína, el crack, o las drogas sintéticas, y con la misma claridad, sé que tanto el alcohol como el tabaco también son drogas, con la única diferencia de que estas últimas son legales.
La prohibición del alcohol
En nuestro vecino del norte, al inicio del siglo XX, entre 1920 y 1933 se prohibió el consumo, producción, venta y transformación de bebidas alcohólicas, esto evidentemente resultó en un desastre mayúsculo para la sociedad, las razones que impulsaron a Estados Unidos de América a prohibir el alcohol estaban arraigadas en la religión, los cristianos metodistas estaban moralmente en contra del uso del alcohol y sus consecuencias, y poco a poco, haciendo una buena labor de cabildeo, lograron establecer una Ley Seca durante trece años.
Pero esa prohibición no logró que la gente dejara de echarse sus alcoholitos al final de una jornada laboral, o durante un fin de semana con los amigos, al hacer el alcohol y su consumo ilegales, muchas personas pasaron a traficar con él, se establecieron bares en los sótanos de otros negocios disfrazados de legales, Al Capone hizo su nombre y su fama en esa época. Además la corrupción de la policía ayudada por una generosa cantidad de dólares provocaba que se hicieran de la vista gorda y no encerraran a cualquier persona por haberse tomado una cerveza o cualquier otra bebida con 5º o más de alcohol por volumen.
Bajo el mando de Herbert Hoover, con los estragos de la gran depresión de 1929 a cuestas, se logró despenalizar el alcohol, ya que lo vieron como una tabla de salvación, pues al reactivar esta industria, se reactivaría cuando menos una fracción de la economía norteamericana.
María y México
En nuestro país el consumo, transportación, producción, compra y venta de drogas distintas al alcohol o el tabaco es ilegal, y está bien establecido en las leyes que nos regulan como sociedad, sin embargo, debido a los grandes problemas que enfrentamos con el narcotráfico, muchas personas han visto en la despenalización de las drogas, una ventana de salida a la guerra contra el narco que vivimos desde hace muchos años en este país, porque seamos realistas, la guerra no la empezó Felipe Calderón, simplemente la hizo más frontal, con todo y las muertes que esto ha conllevado que a la fecha suman más de 80mil.
La marihuana, al ser considerada una droga blanda, es la primera que algunos grupos considerarían despenalizar, y al menos eso es lo que propone la Sociedad Mexicana de Autoconsumo Responsable y Tolerante A.C (SMART). Este miércoles entró a debate ese amparo que interponían, alegando una cuestión de derechos humanos, diciendo que: "El ser humano es el mejor juez y el mejor para decidir qué hacer con su vida".
¿La sociedad mexicana está preparada para que sus jóvenes se abandonen completamente al uso recreativo de una droga como la marihuana? Está científicamente comprobado que produce dos tipos de adicción: una física y otra psicológica.
En la adicción física encontramos la sustancia activa denominada tetrahidrocannabinol, para la cual tenemos receptores en el cerebro, esto puede desencadenar que incluso personas aparentemente sanas, pero con una psicosis latente, empiecen a desarrollar episodios psicóticos desde la primera fumada, al menos así lo afirmó Mariana Said, psiquiatra con subespecialidad en adicciones del Instituto Nacional de Psiquiatría para Univisión.
Por la parte psicológica, nos pone eufóricos, hace que nuestro cerebro segregue un neurotransmisor llamado dopamina, alterando así el ciclo dopaminérgico natural del ser humano, lo que al generar tolerancia, y requerir más del tetrahidrocannabinol para sentir la misma euforia, o bien al no tener el estímulo, podría incluso sumir a los consumidores en una depresión.
Un apunte personal
A nivel personal no estoy de acuerdo con el consumo de sustancias ilegales, no estoy de acuerdo con que se despenalice la marihuana en México. Para lograr un consenso, se han hecho encuestas por parte de diferentes instituciones, y los resultados no podrían ser más dispares.
Lo único que nos queda es esperar a que los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación hagan bien su trabajo, que pongan antes el bien común que el bien económico, porque reconozcamos que el cabildeo en estos temas y las sumas de dinero que se manejan, pueden llegar a ser muy grandes.
Por otra parte, no creo que la despenalización de la marihuana disminuya el problema del narcotráfico en México, la marihuana es solo uno de los muchos productos con los que pueden comerciar los mafiosos, y segura estoy de que hay muchos que son más redituables que la marihuana.
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