Su nombre es adenilil ciclasa soluble y es muy, muy importante. La enzima está naturalmente en el cuerpo y ayuda a la movilidad y maduración de los espermatozoides. Un grupo de investigadores que busca conseguir un método anticonceptivo seguro para hombres ha tenido un gran avance: un nuevo inhibidor de adenilil ciclasa soluble en forma de píldora que se tome solo cuando sea necesario, poco antes de tener relaciones sexuales.
Los primeros resultados son impresionantes: el estudio publicado en Nature muestra que una sola píldora ha conseguido volver temporalmente infértiles a los ratones que fueron sujetos del estudio. El apareamiento ocurre de manera normal y la fertilidad vuelve al día siguiente.
Anticoncepción bajo demanda
No es un secreto que el panorama de métodos anticonceptivos se centra en las mujeres y prácticamente ha eliminado el papel del hombre en la anticoncepción. Los condones y la vasectomía son las únicas opciones seguras y generalizadas a las que tienen acceso los hombres que buscan métodos anticonceptivos. Opciones hormonales han existido, pero la posibilidad de efectos secundarios han conseguido que no haya amplia comercialización de los métodos que en pruebas han tenido alta proporción de éxito.
Otras alternativas que han existido son las que se basan en disrupción génica. Esencialmente funcionan a través de un inhibidores de ciertas moléculas, pero el problema es que no es totalmente seguro que no afecten la forma de los testículos. El método anticonceptivo para hombres más avanzado hasta ahora sigue la estrategia hormonal a través de un gel aplicado tópicamente y su estudio clínico mundial tiene resultados prometedores. ¿El problema? El estudio fue publicado en 2019 y desde entonces no han habido avances alentadores.
Inhibidores de adenilil ciclasa soluble han existido antes. El problema ha sido que, aunque los inhibidores funcionan bien dentro del cuerpo masculino, el efecto no ha conseguido ser tan longevo como para asegurar que la pérdida de movilidad de los espermatozoides seguirá mientras estén en el tracto reproductivo femenino libre de inhibidores.
El nuevo inhibidor incluido en el estudio sí consigue que el efecto continúe para los espermatozoides incluso después de haber abandonado el cuerpo masculino.
Con y sin embarazo
El estudio se hizo de la siguiente manera: el inhibidor se inyectó a razón de 50 miligramos por kilo en 52 sujetos masculinos que luego se aparearon con hembras en celo. Ninguna de las parejas que se aparearon luego de dos horas y media después de la aplicación tuvieron embarazo. Otro grupo que no recibió el fármaco y que tuvo las mismas condiciones resultó en 30% de embarazos.
Los resultados son promisorios, pero no son certeza absoluta de funcionamiento en humanos. Los investigadores destacan que la reproducción humana es muy distinta debido a la anatomía femenina puesto que en ratones no hay barrera física entre vagina y útero. Por consiguiente, espermatozoides ingresan sin obstáculos hacia el útero. En seres humanos es distinto porque los espermatozoides que consiguen ingresar a útero tienen un ambiente muy favorable. En la teoría, espermatozoides sin movimiento deberían quedar suspendidos en vagina, pero si alguno consigue atravesar a útero podría volver a recuperar movilidad después de que el inhibidor pierda su efecto.
El método en humanos y su eficacia sigue siendo un pendiente, pero la nueva posibilidad abre un camino nunca antes explorado: el de métodos anticonceptivos masculinos que no son hormonales, con dosis única y uso bajo demanda. "Esta estrategia innovadora, a pedido y no hormonal representa un concepto no probado previamente en anticoncepción" se lee en el artículo sobre el estudio.
Si el concepto resulta exitoso tiene todo el potencial de consolidarse como un mecanismo de equidad que contribuiría a una mejor distribución entre hombres y mujeres de la responsabilidad anticonceptiva, una que tanto industria farmacológica como sociedad hemos dejado pasar de largo por mucho tiempo.
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