Entre un mar de noticias acerca de la extinción de diversas especies de animales y plantas en nuestro planeta, siempre es bueno encontrar noticias como esta. Resulta que desde el año 2004 en la Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel no se había vuelto a ver en libertad una zorra gris, hasta hace unos días.
Ahora los investigadores del Instituto de Biología de la UNAM se enfrentan a intentar develar el misterio de la zorra gris, ya que el no haberla avistado en tantos años hace barajar diversas hipótesis acerca de dónde pudo haberse refugiado y por qué no se había visto en tanto tiempo.
De acuerdo con Luis Zambrano del Instituto de Biología este hallazgo:
“Biológicamente abre más preguntas que respuestas, y significa que el ecosistema de la Reserva puede estar mucho mejor de lo que esperábamos”
Entre las hipótesis se encuentra el hecho de que tal vez por el incremento en la población de los perros salvajes se hubiera visto obligada a confinarse en una madriguera, es posible que al bajar la población de los canes, la zorra decidiera salir otra vez.
Otra hipótesis que se ha pensado es que tal vez haya llegado por su propio pie desde Tlalpan o el Ajusco donde aún es común encontrar estas zorras, esto se explicaría de la siguiente manera:
“Las zorras, aunque son de campo, son capaces de sortear obstáculos urbanos como las calles. En tal caso tuvo que cruzar el Periférico o Insurgentes, pudo hacerlo de noche (pues son animales nocturnos) y evitar que la atropellaran. Luego encontró la Reserva y se quedó aquí”
Una tercera posibilidad es que alguien la haya encontrado, y al no saber qué hacer con ella la dejó ahí, no sería el primer animalito que traen a la reserva, ya que también han dejado ahí cotorros, tucanes y mapaches, aunque no pertenecen a este tipo de ambientes.
Sin embargo, desde hace algunos años se ha intentado reintroducir la especie en la reserva ecológica, pero no se sabía a ciencia cierta qué riesgo habría para la especie, así que el hecho de que este ejemplar apareciera entes de empezar la reintroducción de la especie ayudó a acelerar el proceso.
Por ahora se estudia el individuo con el fin de conocer sus hábitos, su procedencia y su estado de salud, para ello se vigilará su comportamiento a través de fototrampas. La existencia de la zorra gris en un ecosistema, significa que hay una larga cadena de animales y plantas que viven en un lugar.
Sin duda una buena noticia el hecho de que este cánido haya hecho de la Reserva Ecológica Pedregal de San Ángel su nuevo hogar.
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