La ceremonia de los Ig Nobel premia a lo más inusual o trivial de la ciencia del último año. Son una parodia de los premios Nobel y se celebran desde 1991, suele decirse que estos premios “hacen honor a los logros que primero hacen reír, y luego hacen pensar”. Este año, los ganadores no fueron excepción a la regla, por lo que te presentamos lo más curioso que hizo la ciencia a lo largo del último año.
Como parte del trigésimo tercer año de los Ig Noble, se premió a 10 grupos de investigación, en ramas que van desde la Química, hasta la Psicología, pasando por la Física y la Medicina. Investigando cosas como arañas zombies o la sensación que te deja decir una misma palabra varias veces.
Química y Geología: el premio fue para Jan Zalasiewicz, trabajo explicando por qué a los científicos (sobre todo geólogos) les gusta lamer rocas. En una nota publicada en el periódico de la Asociación Paleontóloga, Zalasiewicz escribió: “hemos perdido ese arte que es lamer rocas para identificarlas”.
Literatura: el equipo liderado por Chris Moulin investigó sobre los jamais vu, o la sensación que te deja repetir muchas veces una misma palabras. Según su trabajo, cuando repetimos al menos unas treinta veces una palabra, sentiremos una sensación peculiar, similar a cuando tienes un déjà vu.
Nutrición: este fue otorgado a Homei Miyashita y Hiromi Nakamura, por su propuesta para aumentar el gusto de las personas al comer, así como la capacidad de percibir otros sabores, con ayuda de descargas eléctricas.
Los geólogos aman lamer rocas
Medicina: Christine Pham y sus compañeros por medir y contar si hay la misma cantidad de pelo en ambas fosas nasales… en cadáveres. Esta investigación no tiene truco, tal cual eso fue lo que revisaron y publicaron.
Ingeniería Mecánica: Te Faye Yap e investigadores de la Universidad de Rice por utilizar arañas muertas como pinzas hidráulicas, acuñando el término de “necrobiótica”. Según su trabajo, las arañas contraen sus patas al morir ya que pierden la capacidad hidráulica de abrirlas, por lo que utilizando jeringas lograron manipular el abrir y cerrar de las patas de estas “arañas zombie”. Además, mencionan que esto puede tener aplicaciones en la fabricación de circuitos o elaboración de objetos que requieren mucha precisión, sumado a que todo su proceso y herramientas para las arañas es compostable.
Salud Pública: Seung-min Park por diseñar el “Stanford Toilet”. Un asiento de baño que puede analizar tu orina y excremento, utilizando diversos sistemas como reactivos, visión computacional o un sensor de huella anal (no tengo idea ni ganas de investigar cómo funciona ese sensor).
Necrobiótica, por si las arañas no eran espeluznantes por sí mismas.
Física: Bieito Fernández Castro, oceanógrafo de la Universidad de Southampton, y su equipo por medir qué tanto afecta al agua del océano la actividad sexual de los peces anchoa. El estudio en sí no se dedicó a monitorear la actividad sexual de las anchoas (gracias a Neptuno) sino que se enfoca en qué tanto la actividad de los peces puede provocar turbulencias que sumen significativamente a las corrientes oceánicas. La temporada de desove de las anchoas reúne a montones de estos peces y tras dos semanas de seguimiento, Castro y compañía concluyeron que la turbulencia de origen biológico pesa más de lo que se cree al momento de redefinir la circulación del mar.
Educación: Katy Yam y su equipo de la Universidad de Hong Kong y el King’s College London publicaron un artículo en el cual investigaron el aburrimiento de alumnos y maestros en las clases. La premisa es: "Lo que aburre, aburrirá: solo la anticipación del aburrimiento precipita su aparición en las clases".
Comunicación: María José Torres-Prioris junto a varios investigadores más por estudiar la actividad mental de personas que son expertas en hablar al revés. Entre sus resultados, encontraron una mayor cantidad de materia gris en los dos expertos que monitorearon, además de que los patrones que detectaron en el cerebro diferían mucho entre uno y otro… etnaseretni.
Psicología: Stanley Milgram y equipo se llevaron este premio por investigar qué tan común era que las personas se detuvieran a ver hacia arriba si veían a otras personas mirando hacia el cielo. En realidad, su investigación va más allá de eso, pues su trabajo analiza el estímulo por multitud. A medida que un transeúnte se encontraba con un grupo mayor mirando hacia arriba, más probable era que también lo hicieran ellos. Somos animales bastante simples.
Anchoas nadando por el mar
Y esos fueron todos los premiados de este año. Muchas de las premisas son súper cómicas, pero si nos detenemos a leer con tranquilidad cada investigación, encontraremos resultados que valen más la pena de lo que pensamos. Las cosas interesantes están por todos lados. Al final, la ciencia es una materia de humanos y no todo debe ser enfocado en grandes investigaciones o proyectos multimillonarios como el CERN.
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