Las películas de anime no siempre tienen que ser sobre cosas imposibles o fuera de lo común, varias de ellas también nos enseñan lecciones de vida por las que pasaremos o ya hemos pasado, y alguien que tiene experiencia en eso es el director Mamoru Hosoda.
El mismo creador de "Ookami kodomo no Ame to Yuki" ("Los Niños Lobos") y "Toki o kakeru shôjo" ("La chica que saltaba a través del tiempo") nos trae una nueva historia centrada en los conflictos que conlleva crecer, mientras lo llena con criaturas, peleas, y un toque de imposibilidades para brindarnos una lección a chicos y grandes.
Crecer no es una tarea sencilla, menos cuando hay cambios sucediendo a tu alrrededor y sobre todo con tu familia. Así comienza el relato de Kyuta, un pequeño niño que prefiere huir de casa a vivir con su familia después de que su madre falleciera, mientras su padre ignora lo sucedido debido a un divorcio que pasó antes de todo esto.
Kyuta decide vagar por las callas y sobrevivir a cualquier costo, sin embargo, al recaer en su pena se topa con una bestia que deambula por el mundo de los humanos. El niño cae en una gran sorpresa al ver a aquel monstruo, mientras éste termina por quererlo como discípulo, pero sin establecer más contacto debido a la perplejidad de Kyuta.
Una vez que se sobrepone al miedo, Kyuta se dirige a buscar a dicha bestia, rastreando sus pasos y siguiéndola hasta un conjunto de callejones que parecen no llegar a ningún lado, pero debido a su terquedad y un accidente, termina por entrar en un mundo lleno de bestias.
Es aquí cuando conoce a Kumatetsu, la misma bestia que se encontró en el mundo de los humanos y que busca un discípulo para así convertirse en el nuevo señor de este mundo, ya que el anterior está listo para convertirse en un Dios y ceder su lugar a alguien más.
Esta película nos ayuda a reflexionar sobre lo que significa ser humano, sobre todo en una cuestión emocional, así como la manera en que uno debe de encontrar su camino, siempre sin detenerse a pesar de las adversidades.