La nueva guerra es por la vacuna. Justo la semana pasada veíamos como, a través de una declaración conjunta entre, Estados Unidos, Reino Unido y Canadá acusaban a Rusia de robarles información para el desarrollo de la vacuna contra COVID-19, que, por cierto, aseguran que ya está casi lista. Y ahora es Estados Unidos quien acusa de China de lo exactamente lo mismo.
Fiscales de Estados Unidos y el FBI están acusando directamente a dos ciudadanos chinos de su supuesta participación en una operación masiva de hackeo internacional, la cual tuvo como objetivo cientos de empresas y gobiernos durante más de una década. De acuerdo a la información, con estas acciones se habría accedido a la información y el robo de vacunas y tratamientos para COVID-19.
Se desconoce el paradero de los acusados
Se trata de una acusación de 11 cargos en contra de Li Xiaoyu, de 34 años, y Dong Jiazhi, de 33, quienes supuestamente robaron "terabytes de información de varias empresas de alta tecnología, en todo el mundo", incluyendo Estados Unidos. También se les acusa de atacar las redes de más de una docena de empresas estadounidenses en Maryland, Massachusetts y California.
Entre estas empresas, hay algunos laboratorios y empresas farmacéuticas que están desarrollando tratamientos y vacunas contra COVID-19. De acuerdo a los fiscales, estas empresas fueron atacadas y les robaron la información de sus investigaciones.
Según la acusación, los supuestos hackers también robaron secretos comerciales y propiedad intelectual con valor de "cientos de millones de dólares". También se alega que estas personas robaron datos relacionados con programas de satélites militares, redes inalámbricas militares y sistemas de microondas y láser de alta potencia de varios contratistas del Departamento de Defensa.
La demanda afirma que estas dos personas trabajan para la oficina de inteligencia del estado de China. Y fueron descubiertos después de un ataque hacia la red del Departamento de Energía de Estados Unidos en Hanford, Washington. De acuerdo a la investigación, estas personas utilizaron vulnerabilidades conocidas en software de servidores web para irrumpir en las redes de sus víctimas. Al entrar en la red, los hackers habrían instalado software de robo de contraseñas para obtener un acceso más profundo a los sistemas.
John C. Demers, fiscal general adjunto de Estados Unidos para la seguridad nacional, dijo que estas acusaciones eran "ejemplos concretos" de cómo China utilizaba a los hackers para "robar, replicar y sustituir" a las empresas no chinas en el mercado mundial.
"China ha tomado ahora su lugar, junto con Rusia, Irán y Corea del Norte, en ese vergonzoso club de naciones que proporcionan un refugio seguro a los ciberdelincuentes a cambio de que esos delincuentes estén 'de guardia' para trabajar en beneficio del Estado, aquí para alimentar el hambre insaciable del Partido Comunista Chino por la propiedad intelectual que tanto le ha costado ganar a las empresas estadounidenses y a otras no chinas, incluyendo la investigación de COVID-19."
Por el momento se desconoce la ubicación de estas dos personas, quienes podrían enfrentarse a cargos de hasta 40 años de prisión, pero antes habrá que procesarlos.
Ver 5 comentarios