Los ensayos clínicos para probar vacunas contra COVID-19 en niñas, niños y adolescentes continúan, y las nuevas noticias son bastante optimistas: a decir de Pfizer, sus primeros ensayos con 2,260 adolescentes fueron más que positivos, pues no se registró ni un caso de COVID-19 en el grupo que recibió la vacuna.
En el grupo que recibió el placebo, Pfizer reporta 18 casos de infección de COVID-19 con síntomas.
Un reporte que todavía necesita revisión
El reporte de la farmacéutica especifica que el modo de empleo fue similar al que se recomienda en adultos, con dos dosis de la vacuna con tres semanas de distancia entre las aplicaciones. Como sucede con estos ensayos, hubo un grupo que recibió la vacuna y otro que recibió solución salina, para luego contrastar los efectos de inmunidad entre ambos grupos.
Pero incluso, además de la evidente buena noticia de que no haya casos de infección en el grupo con la vacuna, los efectos secundarios han sido menores en los adolescentes. Desafortunadamente la aseveración por ahora no se acompaña de pruebas o datos más específicos, como retoma el New York Times.
De hecho, todo el ensayo clínico necesita ser revisado todavía por científicos independientes. La información dada por la farmacéutica debe en todo caso, tomarse como preliminar por ahora.
Mientras eso ocurre, Pfizer seguirá con ensayos, ahora en niñas y niños de entre cinco y 11 años de edad. Las primeras aplicaciones ocurrieron la semana pasada y, a partir de la próxima, se aplicará a niños de dos a cinco años. Si todo sigue conforme el plan, eventualmente habrá otro grupo con edades de seis meses a dos años.
La vacuna de AstraZeneca tiene su propio proceso para ser aplicada en forma de ensayo clínico en niñas, niños y adolescentes. México incluso ha manifestado su voluntad de traer al país varios ensayos clínicos de fase tres para aplicaciones a niñas, niños y adolescentes.
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