Pensemos en un cubo de hielo, uno tan grande como el estado de Colima de más de 5 mil kilómetros cuadrados, en un vaso de agua como el Mar de Weddell, un simple cubo de agua flotando en un vaso de agua, cuando el agua del cubo se derrita, tal vez el agua del vaso haya incrementado su volumen, pero en una forma mínima. Aunque pueda parecer aparatoso, el hecho de que haya un iceberg a la deriva de 5,800 kilómetros cuadrados, realmente no es un gran problema ambiental.
Al menos eso es lo que dicen los glaciólogos que han estudiado el fenómeno gracias a las imágenes de radar proporcionadas por la Agencia Espacial Europea, que ha dado información de la región cada seis días, de esa manera pudieron seguir el progreso de la grieta que dio origen al desprendimiento de ese gran trozo de hielo al mar.
The Larsen-C rift opening over the last 2 years from #Sentinel1 pic.twitter.com/MT9d3HAw1M
— Adrian Luckman (@adrian_luckman) 31 de enero de 2017
Este iceberg según se ha reportado pesa un billón de toneladas y se desprendió de una región denominada Larsen C, una capa de hielo flotante que se encuentra adherida a otra región de hielo, este iceberg que será llamado A68 es de la mitad de tamaño de el iceberg más grande del que se tiene registro llamado B15 que se desprendió en el año 2000 de la región Ross.
La grieta que se produjo a lo largo de un par de años en 2017 creció 17 kilómetros entre el 25 y el 31 de mayo, entre el 24 y el 27 de junio se desplazó más de 10 metros al día, y aunque ahora mismo sea una masa gigante de hielo flotando por ahí, se detectó que la grieta tenía varias ramificaciones, lo que podría implicar que en algún momento se convertirá en trozos más pequeños.
Que no cunda el pánico
De acuerdo con el experto Martin Siegert profesor de geociencias del Imperial College de Londres, no hace falta alarmarse por el desprendimiento de este iceberg ya que no quiere decir que todo el hielo de la Antártida se vaya a desintegrar en el mar, sino que estas masas de hielo con varios cientos de metros de espesor, se desprenden periódicamente de las capas de hielo mientras se expanden en el agua.
Es muy probable de acuerdo con Adrian Luckman profesor de glaciología en la Universidad Swansea, que de la capa de hielo denominada Larsen C sigan desprendiéndose icebergs, pero también es probable que pueda crecer, el tiempo será el que dictamine lo que sucederá con esa capa de hielo.
Por otra parte Twila Moon experta en glaciares en el US National Ice an Snow Data Center, está consciente de que este "nacimiento helado" no es consecuencia directa del calentamiento global, pero también cree que el cambio climático lo hizo posible.
La verdad es que ha de ser un gran espectáculo ver una masa de hielo tan grande flotando a la deriva, sin embargo, también entraña peligros para la navegación, y a todo esto, solo podemos concluir que la Tierra, nuestra casa, está viva y en constante renovación con nosotros, sin nosotros o a pesar de nosotros.
Imágenes | Drew Avery | The Guardian