Hay múltiples teorías sobre el futuro de la humanidad y el fin del universo, aunque no son para nada optimistas, pues se habla de la muerte de las estrellas, la desintegración de los agujeros negros y de un final "inerte y eterno" en el que eventualmente toda la materia irá desapareciendo.
Sin embargo, antes de que esto ocurra, la humanidad pasará por su propio final. En este momento el espacio comenzará a expandirse más rápido que la velocidad de la luz, por lo que los seres humanos quedarán atrapados y el resto del cosmos quedará fuera de nuestro alcance.
Aquí puede entenderse que se cae en una contradicción, pues no hay nada que viaje más rápido que la velocidad de la luz. Esto sigue siendo cierto, aunque una cosa es viajar en relación al resto del espacio, y otra muy diferente, que el mismo tejido del espacio se expanda.
Esta expansión se mide de otra forma (velocidad por longitud), y no tiene un máximo impuesto por las leyes de la física, por lo que una vez que el universo llegue a este punto y las galaxias alrededor de nosotros se alejen más rápido que la velocidad de la luz, habrá el equivalente a un gran encierro.
La Tierra y la Vía Láctea quedarán aisladas del resto del universo
Como resultado, solamente las estrellas y galaxias del grupo local donde vivimos se mantendrán cerca por la gravedad y seguirán siendo accesibles, llegando a un punto, billones de años en el futuro, en el que todo el grupo local convergerá en una sola galaxia.
Sin embargo, la luz de las galaxias lejanas no será capaz de llegar a nosotros y se irá desvaneciendo lentamente, llegando a un punto, millones de años en el futuro, en el que la luz será demasiado débil como para verla, quedando efectivamente a oscuras.
Esto también significa que si una civilización se llega a desarrollar en ese periodo, no podrá tener información sobre el universo ni su origen, pues más allá de su galaxia, solo verá el equivalente a una negrura infinita.
Además, todo el cosmos se estará alejando tan rápido que será imposible no solo viajar a él, sino también verlo, por lo que en un futuro lejano las grandes galaxias quedarán completamente aisladas.
Eso sí, aún falta muchísimo tiempo para que esto ocurra, en una escala de tiempo tan grande por lo que no hay razón para preocuparnos ahora. El cielo seguirá lleno de estrellas, incluso después de la muerte de nuestro Sol, y la humanidad tiene el tiempo suficiente para encontrar la forma de viajar más allá de nuestro grupo local de estrellas, si es que alguna vez descubrimos la forma de hacerlo.