Sony no solo se dedica a la producción de videojuegos, manejar derechos musicales y fabricar televisiones. La compañía también tiene otras divisiones enfocadas en el entretenimiento, desarrollo de semiconductores y hasta en servicios financieros.
Uno de los tantos proyectos que manejan es Star Sphere, que permite controlar cámaras a bordo de satélites en la órbita de la Tierra para tomar fotografías del planeta en tiempo real. En una de estas naves, la compañía japonesa Pale Blue realizó la primera prueba de un sistema experimental de propulsión de vapor de agua, un método que apunta a ser más económico y respetuoso por el medio ambiente.
El Star Sphere 1, lanzado a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX el 3 de enero, cuenta con una cámara full frame equipada con un lente 28-135 mm y apertura f4 que opera a una altura de entre 500 y 600 kilómetros de altura de la Tierra.
Estos nanosatélites pueden hacer fotografías de la Tierra en tiempo real, para lo que se requiere conectarse a las naves espaciales y hacer la captura deseada. Según Sony, se puede controlar a distancia el servicio, tomar las imágenes y videos deseados, manipulando parámetros como ángulo y posición del satélite, pero también velocidad de obturación, ISO y apertura de la lente.
Una nueva tecnología de propulsión
En el caso de Pale Blue, se tiene la intención de proporcionar una forma alternativa de mantener los satélites a flote en la órbita terrestre para poder aumentar su autonomía y tiempo de funcionamiento.
Para esto se utiliza el agua como un propulsor ecológico, hecho de hidrógeno y oxígeno, siendo una opción más económica y segura para naves espaciales pequeñas. Además, al este combustible tener límites de que naves puede impulsar y proporcionarles energía, funciona mejor en satélites pequeños y de bajo costo.
Esta no es la primera vez que se utiliza esta tecnología. La NASA también ya ha experimentado en el pasado con agua en sus CubeSats Pathfinder Technology Demonstrator, una serie de misiones lanzadas también en cohetes Falcon 9 de SpaceX a inicios de 2021, para probar tecnologías que permitan cambiar el negocio de los satélites pequeños, haciéndolos más baratos, eficientes y respetuosos con el medio ambiente.