Dando tumbos la historia ha venido desarrollándose desde hace algunos meses: Volswagen en Puebla comenzó a usar 'cañones antigranizo' cuya eficacia la ciencia ha puesto severamente en duda. Los campesinos de varios municipios comenzaron a protestar en avenidas y carreteras por el uso de los dispositivos, pues según ellos serían la fuente de las pocas lluvias en la entidad.
Los campesinos incluso pidieron una indemnización por 73 millones de pesos, por las supuestas afectaciones a sus cultivos, y ahora, aún sin haber encontrado correlación entre el uso de los cañones y la falta de lluvias, el gobierno del estado les pagará por la falta de cosechas.
El nombre real de los dispositivos es 'cañón granífugo'. Su uso se popularizo a finales del siglo XIX, pero después fue abandonado por no comprobar su eficacia en prevenir y destruir el granizo de las lluvias. Aún así Volskwagen pagó por equipos como estos, para proteger sus vehículos estacionados a la intemperie en su fábrica de Puebla.
En realidad la comunidad científica no avala que los cañones granífugos repercutan en lo absoluto en el ciclo del agua: ni destruyen granizo, ni protege a la zona de él, ni detiene las lluvias, ni obstaculiza de ninguna forma el ciclo del agua.
El monto del pago, a definirse en noviembre
Luego de la polémica Volskwagen dijo que disminuiría el uso de los cañones y el gobierno del estado se pronunció a favor de organizar mesas tanto con los agricultores como con la empresa. El reclamo no cesó y el uso de cañones tampoco.
Aún cuando el gobierno local reconoce que no ha encontrado correlación entre la falta de lluvias y los cañones granífugos ha accedido a indemnizar a los campesinos, sin que de momento estén claras las cifras. Rodrigo Riestra, secretario de Desarrollo Rural, Sustentabilidad y Ordenamiento Territorial dijo que el dinero saldrá del Seguro Catastrófico Contra Contingencias Climáticas.
Para estimar los daños se ha contratado a una empresa aseguradora, pero la primer valuación no ha convencido a los campesinos. Una segunda se hará cuando las cosechas se recojan, lo cual ocurre en el mes de noviembre. Hasta entonces sabremos que tanto de la solicitud original de los campesinos, pagará el gobierno de Puebla.
Al final solo hay una condición: que el Volskwagen cese completamente el uso de los cañones granífugos.
Que los campesinos tengan una forma de compensar sus pérdidas a causa de la falta de lluvias y las malas cosechas es notable, pero que ocurra a costa de las explicaciones que la comunidad científica ha avalado es desafortunado. No queda más que esperar que el caso no se consolide como un precedente en cuanto a cómo se le consulta a la comunidad científica, al momento de decidir sobre temas que involucran el estudio de la naturaleza.