Esta mañana la fiesta en México fue por cortesía de Samsung. La compañía presentó nada más y nada menos que cuatro dispositivos para el mercado nacional: de menor a mayor, los Galaxy J4, J6, J8 y el Galaxy A6+.
Estos dispositivos están pensados para cubrir las gamas de entrada, media y media-alta del mercado, y de esta manera Samsung quiere asegurarse de seguir con su gran dominio del mercado nacional. Pero, ¿en verdad es una buena estrategia? Pensamos que quizás no y en vez de eso Samsung quizás debería comenzar a preocuparse por la creciente competencia en el territorio azteca. Sí, el mercado aún tiene su nombre bien grabado, pero esto pronto podría cambiar.
No es la variedad, es el precio
No es que dudemos de la estrategia de traer varios dispositivos al país, ese es y seguirá siendo un gran movimiento para asegurarse de vender dispositivos en todos los segmentos del mercado. No, a lo que nos referimos es que Samsung está ofreciendo sus productos a precios más elevados respecto a la competencia, y no es como que ofrezcan un mejor hardware o características únicas.
Vamos a poner unos ejemplos, el smartphone más básico y el más poderoso. Primero, el Galaxy J4 ofrece pantalla de 5.5 pulgadas con resolución 720p, chip Exynos de cuatro núcleos, 2 GB de RAM y 32 GB de memoria. Su cámara es de 13 megapixeles y tiene un diseño continuista, lo cual tampoco es malo sino estándar; es potenciado por Android 8.0 Oreo. Su precio es de 4,389 pesos.
Su competidor directo sería el Redmi Note 5A Prime de Xiaomi que ofrece pantalla del mismo tamaño y resolución, chip Snapdragon 435, 3 GB de RAM, 32 GB de memoria, cámaras de 13 y 16 megapixeles, así como cuerpo metálico y sensor de huellas trasero. Su precio es de 2,999 pesos, una gran diferencia respecto al precio del J4.
También tenemos al Galaxy J8, el equipo que encabeza la familia J y que opta por una pantalla de 6 pulgadas (18.5:9) de 720 x 1480 pixeles, procesador Snapdragon 435, 2GB de RAM y 32GB de almacenamiento. La cámara aquí es "la más potente" de la línea, ya que hace uso de dos sensores (16 + 5 megapixeles) y ejecuta Android 8.0 Oreo. El conjunto se vende por 6,999 pesos.
Aquí su comparativa podría ser con el Moto G6, que si bien baja la pantalla hasta las 5.7 pulgadas, mantiene el formato 18:9, tiene resolución Full HD, alberga un chip Snapdragon 450, sube la RAM hasta 3GB y mantiene esos 32GB de almacenamiento. La cámara igual es doble: 12 megapixeles + 5 megapixeles, pero gana puerto USB Type-C y tecnología de carga rápida. Todo por 5,999 pesos.
Luego, tenemos al Galaxy A6+ con pantalla de 6 pulgadas FullHD+ y aspecto de imagen 18:9, chip Snapdragon 450, 3 GB de RAM, 32 GB de memoria, Android 8.0 Oreo, cuerpo de metal y sensor de huellas trasero. Su cámara trasera se compone de dos sensores de 16+5 megapixeles y la frontal es de 24 megapixeles con flash LED. Su precio es la módica cantidad de 7,999 pesos.
Aquí podemos poner a competir sin problemas al Huawei P20 Lite. Este pequeño ofrece también pantalla 18:9 algo más pequeña de 5.84 pulgadas, también FullHD+, pero con notch. El desempeño queda a cargo de un chip Kirin 659, pero con 4 GB de RAM y con 32 GB de memoria.
Sus cámaras son de 16+2 megapixeles en la parte trasera y de 16 megapixeles en el apartado frontal. Su diseño es también elegante, pero cambia el aluminio por cristal y mantiene el sensor de huellas trasero. Finalmente, aquí vemos el salto al puerto USB Type-C, mientras que el Samsung se mantiene en micro USB, y si bien tenemos Android Oreo, tenemos una capa de personalización algo más pesada. Todo esto por 6,499 pesos, otra vez una gran diferencia.
No necesitamos un catalejo para ver desde muy lejos la gran diferencia de precios por un hardware si no igual, verdaderamente similar. Sin embargo, aquí viene el gran pero y es que la distribución de Xiaomi es mucho más limitada que la de Samsung, en el primer caso. Xiaomi ha demostrado ser un fabricante con creciente interés en nuestro país, pero son pocos los usuarios que conocen su nombre y su calidad.
Por otro lado, Huawei ha invertido mucho en marketing en los últimos años y cada vez son más los usuarios que reconocen su gran relación costo-beneficio que le ha valido buenos comentarios en poco tiempo. Sin embargo, Samsung tiene un gran aliado como es Telcel pues durante años el operador ha ayudado mucho a la expansión del fabricante por el mercado mexicano.
En este apartado debemos mencionar que sí, también Huawei tiene de aliado a Telcel, pero es desde recién cuando comenzó a atacar gamas diferentes a la baja. Es por esto que la gente aún no ubica del todo bien a la firma china, pero la estrategia de la compañía la ha llevado por buen camino.
Samsung está vendiendo hardware que no es malo, pero tampoco es el mejor, por precios mayores a los de la competencia. Aún así, el público compra sus productos porque los dispositivos de la firma son sinónimo de calidad, eso es algo que se ha ganado a pulso y no se puede negar.
Tendrá que pasar un tiempo más antes de que los consumidores se den verdadera cuenta de que por menos pueden comprar igual o inclusive más poder y calidad, y será ahí cuando Samsung, si se queda dormido en sus laureles, podría perder la corona del mercado mexicano.
No es lo mejor, pero Samsung está en una posición en donde puede hacer casi lo que quiera (lo sé, es duro, pero es verdad) e incluso podría darse el lujo de ignorar a su competencia de momento. Sin embargo, el acelerado ritmo de crecimiento del mercado no le permitirá esto mucho más o correrá el riesgo de caer de su trono.
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