El día de hoy ha terminado la espera, y Samsung ha presentado a uno de los smartphones que más expectación causa en el mundo Android, su terminal de referencia: el Galaxy S8, acompañado del Galaxy S8+, un par de terminales con los que la compañía surcoreana apuesta este año con marcos mínimos y su nuevo asistente Bixby.
Pero tanta expectativa solo puede ser ocasionada por un terminal cuya evolución ha causado impacto generación tras generación entre los consumidores. Hablamos de la familia Galaxy S de Samsung, que a día de hoy, es una de las más importantes en el mercado.
Galaxy S
Anunciado por Samsung en marzo del 2010, el primer miembro de la familia Galaxy S, surgió como la propuesta de la compañía para un equipo de gama alta equipado con la tecnología más avanzada del momento. A aquél primer Galaxy S lo conocimos ejecutando Android 2.1 Eclair personalizado con TouchWiz 3.0, luciendo una pantalla SuperAMOLED de 4 pulgadas con resolución de 800x480 píxeles.
Estaba equipado con un procesador ARM a 1GHz de 1 GHz acompañado de tan solo 512 MB en RAM y opciones de almacenamiento de 8 o 16 GB expansibles vía microSD. Su equipo fotográfico estaba conformado por una cámara de 5 megapixeles con capacidad de grabar video en 720p y una cámara frontal de 0.3 megapixeles; su autonomía estaba dada por una batería de 1500mAh.
Galaxy S2
Para el 2011, Samsung presentó al Galaxy S2, un terminal sucesor que traía novedades en casi todos sus apartados: Android 2.3 Gingerbread como sistema operativo personalizado con TouchWiz 4.0. Un terminal más estilizado con pantalla de 4.3 pulgadas y grosor de 8.49 mm, procesador Exynos de doble núcleo con 1 GB de RAM, opciones de almacenamiento de 16 y 32GB y una batería de 1650 mAh, NFC, salida HDMI, cámara frontal de 2 megapixeles y trasera de 8 megapixeles capaz de grabar video a 1080p.
Galaxy S3
En Mayo del 2012 conocimos al que sería uno de los smartphones más exitosos de Samsung, el Galaxy S3. Este teléfono llego al mercado con mejoras no sólo en hardware, sino con grandes mejoras a nivel software, ejecutándose esta vez sobre Android 4.0 Ice Cream Sandwich.
Al gama alta de ese año, Samsung lo dotó con una** pantalla de 4.8 pulgadas**, superando con creces la de su antecesor, así como también las 4.65 pulgadas de su famoso Galaxy Nexus. Con tecnología AMOLED, la mejora no solo fue en sus dimensiones sino también en su resolución, pues adoptó los 720p, además, se le añadió la protección Gorilla Glas 2.
A nivel interno, el Galaxy S3 contaba con un procesador Exynos de cuatro núcleos a 1.4 Ghz con GPU Mali 400 y 1 GB de memoria RAM. Para el almacenamiento interno las opciones disponibles eran de 16, 32 o 64 GB. Su batería también fue protagonista, siendo extraíble y teniendo una capacidad de 2100 mAh. En el apartado de conectividad, era compatible con redes HSPA+, NFC, Bluetooth 4.0, GPS con soporte Glonass y dejó atrás la salida HDMI.
Galaxy S4
Para el 2013 conocimos al Galaxy S4 con el que Samsung decidió ser conservador en su evolución técnica apostando por muchas novedades en el apartado del software. El Galaxy S4 aumentó su pantalla hasta las 5 pulgadas con resolución 1080p, densidad de 441ppp y recubrimiento Gorilla Glass 3.
A nivel interno, incorporó un procesador de ocho núcleos a 1.6 GHz acompañado de 2 GB en RAM y las mismas opciones de memoria interna que su predecesor. Su batería esta vez creció a los 2600 mAh y por fin llega la conectividad LTE, además de habérsele añadido un sensor de IR para que pudiera funcionar como mando a distancia.
Su cámara de fotos alcanzó los 13 megapixeles con un sensor retroiluminado y se acompañaba de flash LED, mientras que su cámara secundaria de 2 MP era capaz de grabar video a 1080p. En la parte del software, las novedades del área fotográfica llegaron con la función Dual Camera que permitía a sus usuarios tomar fotos al mismo tiempo con las dos cámaras y luego combinarlas en 8 formas diferentes, lo mismo que sucedía con Dual Viendo Call para las videoconferencias.
En este terminal, Samsung hizo mucho énfasis en los servicios y las aplicaciones. Sobre Android 4.2.2 Jelly Bean se ejecutaban funciones como Group Play, Share Music, S Translator, Smart Pause para controlar la pantalla con la mirada, Air View para ver el contenido del correo electrónico, Air Gesture y Watch ON.
Galaxy S5
Heredando muchas de las características de su predecesor y enfocándose nuevamente en más funciones, en febrero del 2014 llegó a nuestras manos el Galaxy S5 con un diseño a prueba de agua y polvo, con una pantalla de 5.1 pulgadas con resolución Full HD. Ejecutando Android 4.4.2 KitKat y TouchWiz UI. Su apartado fotográfico creciendo a los 16 megapixeles en la cámara trasera ofreciendo la posibilidad de grabar video en 4K a 30 fps, aunque su sensor frontal siguió en los mismos 2 MP con grabaciónn FullHD.
El Galaxy S5 estaba provisto de un procesador de cuatro núcleos a 2.5 GHz con 2GB de memoria RAM, opciones de 16 o 32 GB ampliables con microSD y batería intercambiable de 2800 mAh; una de sus nuevas características: la inclusiónn de un lector de huellas y un pulsómetro.
Galaxy S6 y Galaxy S6 Edge
El 2015 fue el año del Galaxy S6, mismo que llegó con novedades casi en todos los apartados, siendo sus pilares un necesario cambio en el diseño con marco acabado en metal y cristal en la parte trasera con protección Gorilla Glass 4, así como las grandes mejoras en su cámara gracias a su sensor de 16 millones de pixeles con una apertura de f/1.9 en la principal y en la secundaria, un sensor de 5 megapíxeles.
Aunque la diagonal de su pantalla no aumentó, quedando en las 5.1 pulgadas, la mejora en su resolución fue notable, quedando en 2560 x 1440 píexeles dando una extraordinaria densidad de píxeles de 577ppp y un brillo de 600 nits. En sus especificaciones figuraban un chipset Exynos 7 de 14nm y ocho núcleos, acompañado de 3GB de RAM y memoria interna de 32, 64 o 128 GB, aunque prescindiendo de ranura para expansión vía microSD.
Como resultado del nuevo diseño, la batería del Galaxy S6 tampoco fue extraíble, siendo su capacidad de 2550 mAh, en lo que parecía una gran confianza por parte de Samsung por que su chip optimizará el uso de energía. Este equipo añadió carga inalámbrica y modo de carga rápida.
Pero el Galaxy S6 no llegó solo, sino que se hizo acompañar por el Galaxy S6 Edge, en el que la compañía adaptó el concepto de pantalla curva que tan bien fuera recibido con la Galaxy Note Edge, pero esta vez, aplicándolo en ambos lados, creciendo ligeramente su batería a los 2600 mAh.
Galaxy S7 y Galaxy S7 Edge
El año pasado, cumpliendo con la renovación anual, Samsung presentó hasta el que era hace unas horas su buque insignia, el Galaxy S7, un terminal que tuvo como aciertos una cámara de fotos mejorada, resistencia al agua y el regreso de la ranura para tarjetas microSD para un extra de hasta 200GB, manteniendo el cuerpo de metal y cristal que tanto gustó de la generación anterior.
Para su pantalla, Samsung mantuvo el mismo tamaño de su diagonal y la tecnología SuperAMOLED, manteniendo la resolución y la densidad de píxeles, pero sumándose a Ambient Display para tener en la pantalla de forma continua información variada sin que se resienta la autonomía.
Deteniendo su carrera por tener más resolución en la cámara de sus smartphones, la cámara del Galaxy S7 quedó en los 12 megapixeles reforzada en aspectos como luminosidad y enfoque híbrido, logrando que sus pixeles pasen a 1.4 micrómetros de tamaño y ofreciendo una apertura f/1.7 tanto en la cámara principal como en la segundaria de 5 megapixeles.
Su equipamiento interno basado en un chipset Exynos 8890 de ocho núcleos con cuatro de ellos a 2.3GHz y el resto a 1.6Ghz, acompañándose de 4 GB en RAM en formato LPDDR4 y con memoria interna base de 32 GB. Para darles vida, una batería de 3000mAh que superó sustancialmente la capacidad de la generación anterior. Existiendo una variante equipada con un chipset Snapdragon 820 con batería de 2600 mAh.
A nivel de software, no podía ser otra versión más que Android 6.0 Marshmallow, con algunas mejoras en su capa de personalización y un modo de juegos sin interrupción optimizando al máximo el rendimiento y la autonomía, y afianzando la seguridad de Knox para sus entornos empresariales, así como Samsung Pay para pagos móviles.
Al igual que en la generación anterior, este terminal de referencia llegó acompañado por un Galaxy S7 Edge, con una pantalla de 5.5 pulgadas con resolución 2K, incrementando su batería a 3600 mAh en el modelo con Exynos y a 3000 mAh en la variante con el Snapdragon 820.
Galaxy S8 y Galaxy S8+
Esta mañana Samsung ha presentado a sus dos nuevos terminales de referencia: los Galaxy S8 y S8+, en los que la compañía surcoreana ha apostado por cambiar su diseño por uno de dimensiones contenidas con una gran pantalla curva, dejando atrás el botón Home en la forma convencional, pues ahora solo aparece cuando es necesario y pasando su sensor de huellas a la parte trasera, pero añadiendo un botón físico dedicado a su nuevo asistente digital: Bixby, el gran protagonista.
Como es costumbre, para su equipamiento una selección de lo mejor disponible: pantallas de 5.8 pulgadas para el S8 y de 6.2 pulgadas para el S8+, ambas con resolución QHD y formato Infinity Display. Potenciado por el Exynos 835 o el Snapdragon 835 dependiendo del país, con una configuración de 4GB de RAM y 65 GB de almacenamiento expandible para darle fluidez a Android 7.0 Nougat personalizado con TouchWiz.
En el apartado fotográfico, vuelve a estar presente la tecnología Dual Pixel en su sensor principal de 12 megapixeles con estabilización óptica y apertura de f/1.7 para tomas con más luminosas en condiciones de poca luz, y un sensor secundario de 8 megapixeles con la misma apertura. Sus baterías: 3000 mAh para el S8 y 3500mAh para el S8+.
Entre otras novedades, destaca también su escáner de iris para una mayor seguridad de la información que almacenamos en nuestro dispositivo y el sistema de detección de rostro para un desbloqueo más rápido.
En Xataka México | Galaxy S8, una mirada a detalle al teléfono de Samsung con pequeños marcos y pantalla curva En Xataka México | El Samsung Galaxy S8 llegará a México el 5 de mayo