Ayer nos enteremos que Elon Musk envió una serie de correos electrónicos a los empleados y ejecutivos de Tesla dando por terminado el home office para regresar a las oficinas, lo que provocó una serie de reacciones.
Ante la postura de Musk, el sindicato IG Metall, el más grande de Alemania y donde se encuentra la planta de Tesla, dijo que apoyará a cualquier empleado que se oponga al ultimátum de Musk.
Birgit Dietze, lideresa de distrito de IG Metall en Berlín-Brandeburgo-Sachsen, criticó las declaraciones de Musk y la forma en que trató a sus empleados, ofreciendo el apoyo de los sindicatos alemanes para oponerse a ellas.
"En Alemania, los empleadores no pueden simplemente hacer lo que les plazca, tienen que cumplir con la ley laboral estatutaria".
Así, los empleados en Alemania que no estén de acuerdo con las instrucciones o las condiciones de trabajo pueden hacer uso de sus derechos.
"Cualquiera que no esté de acuerdo con una demanda tan unilateral y quiera defenderse de ella tiene el poder de los sindicatos detrás de ellos en Alemania, como lo exige la ley", dijo Dietze.
IG Metall representa a los trabajadores metalúrgicos, incluidos los que trabajan para otras automotrices como BMW y Volkswagen.
A principios de este año el sindicato abrió una oficina cerca de las instalaciones de Brandeburgo de Tesla y, en febrero, los empleados de la fábrica, algunos de los cuales eran miembros de IG Metall, eligieron a 19 delegados para su primer consejo de trabajadores.
Tesla está en el ojo del huracán desde 2020 por no respetar el cierre de fábricas ante la pandemia por COVID-19 y seguir operando con el 30% de sus empleados en la planta de Fremont, California.
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