BenQ EX2780Q, lo hemos probado: cuando un monitor para el gamer de PC tiene alma de televisor

BenQ tiene un objetivo muy claro en el mercado de gaming en México, hace poco les contamos nuestras impresiones de los monitores EW3270U y EL2870U que se especializaban en consolas, para lograr resoluciones en 4K con un tiempo de respuesta mínimo. Ahora es el turno del modelo EX2780Q con prestaciones más atractivas para los jugadores de PC.

Estructura sencilla, pero resistente

Iniciamos con el diseño del equipo, estamos ante una pantalla de 27 pulgadas con construcción en metal, en la parte superior y sus laterales tendremos unos marcos pequeños que no superan los 8 mm de espesor. Mientras en la parte inferior se contará con un marco grande de 3.5 cm de grosor, con una rejilla que servirá para presumir los altavoces.

En la parte inferior también contaremos con el sensor de infrarrojos para el control remoto, acompañado del sensor para la función B.I.+. Para montar el monitor será muy sencillo, ya que solo tendremos una base de metal, el brazo del soporte y la pantalla, para ajustarlos solo se necesitarán un par de tornillos que ya vienen colocados. La instalación es inmediata.

En la parte trasera tendremos las conexiones con dos puertos HDMI, un DisplayPort y un USB tipo C. Similar a otros modelos de la empresa, la manera en la que se colocan los puertos no es la más cómoda, pero el brazo tendrá un apartado especial para ocultar los cables, justificando esas conexiones.

En el caso de que se quiera montar el monitor a un brazo o soporte, es compatible con los montajes VESA 100 x 100, solo tendremos que retirar la tapa en la zona central para ver las entradas necesarias. La pantalla se podrá mover, pero su orientación solamente será vertical con un margen muy pequeño.

Creemos que, en un monitor con este tipo de dimensiones, se necesitaba mucha mayor movilidad, acompañada de ergonomía. A pesar de que su montaje sea sencillo, los resultados finales nos recordarán más a un televisor que a un monitor para gaming.

Para poder controlar el monitor se tendrá que usar una especie de joystick situado en la parte trasera que nos ofrecerá un menú principal para controla la entrada de video del monitor, las características de la imagen, el color, audio y otros ajustes. Además, el joystick también nos dará dos accesos directos para modificar el brillo y contraste.

La primera impresión siempre es importante

Como se mencionó anteriormente, estamos ante una pantalla de 27 pulgadas con una tecnología de imagen LED IPS. Su resolución nativa es Quad HD (2560x1440p) con un contraste de 1,000:1, mientras el dinámico logra los 20,000,000:1.

Más allá de su resolución 2K, otro de sus atractivos es la frecuencia de refresco de 144 Hz, con un tiempo de respuesta GTG de 5 ms, acompañado de la tecnología de refresco dinámico que ofrece FreeSync de AMD, además de tener un soporte con HDCP 2.2.

Hablando de tecnologías en el monitor, también cuenta con Flicker-Free que tiene como finalidad asegurar la ausencia de parpadeo y del desgarro con una imagen en movimiento. Además, incluye Advanced Motion Accelerator, logrando mayor luminosidad y una reducción en el tiempo de respuesta, al eliminar la mayor cantidad del efecto ghosting, elevando el voltaje de los pixeles.

Por otro lado, el equipo cuenta con soporte para HDR, usando una certificación DisplayHDR 400, la empresa decidió nombrarlo HDRi con un ajuste de claridad “inteligente” para adaptarse a la saturación de colores de la imagen y modificar los contrastes.

2K, una resolución poco valorada

Las 27 pulgadas del monitor son perfectas para la resolución 2K, en pruebas con otro monitor 4K de dimensiones similares encontramos dificultad para utilizarlo con nuestra computadora por el tamaño de las aplicaciones, pero con este equipo la experiencia para trabajar es muy cómoda, logrando dividir la pantalla hasta en cuatro, con resultados muy cómodos.

Además, el tamaño es perfecto para tener el monitor en una distancia “corta” y lograr cubrir todo el campo visual, para no perder en ningún momento los elementos del juego. Los 144 Hz se podrían quedar cortos para los jugadores más avanzados, pero sin duda es un gran punto intermedio para aquellos que quieren entrar al territorio del “PC Master Race”.

El ángulo de visión es destacado, ya que es de 178° en horizontal y vertical, sin tener en ningún momento distorsión de color. Lo que sí notaremos es la cierta variación respecto al brillo de la pantalla, pero ese elemento es normal.

Para la calibración no será un tema para preocuparnos, las opciones que vienen de fabrica dan muy buenos resultados y en el apartado para personalizar se podrían hacer un par de ajustes, pero son detalles mínimos. Si lo que quieren es un monitor para conectar y jugar, cumple a la perfección.

La tecnología HDRi nos deja un sabor agridulce, ya que sí mejora el contraste, respetando la fidelidad de los colores. En algunos juegos que cuenten con el soporte notaremos cómo se adaptarán de manera automática y sin duda es cuando disfrutaremos la mejor experiencia, en el caso de no contar, se podrá simular con sus tres modos, aunque en general creemos que podría existir una mayor saturación de colores y una personalización mucho más profunda.

El ghosting podría ser un efecto que muchas personas no noten, provocando que con un refresco de pantalla muy lento, aparezca una especie de rastro en la pantalla, como un fantasma. Nuestras pruebas redujeron casi en su totalidad el efecto, gracias a su tecnología AMA para aumentar ese tiempo de respuesta.

Acompañado con ese detalle, el FreeSync logra su trabajo a la perfección ofreciendo la mejor experiencia posible. Un aspecto en el que sí falla es que para toda la configuración del monitor siempre se tiene que hacer con el stick trasero o con su control remoto, nos hubiera encantado un software para realizar directamente los ajustes.

Con la tecnología B.I.+ (Brightness Intelligence Plus) no tenemos ningún inconveniente, es algo que ya viene implementando la empresa para que el monitor realice ajustes en el brillo de la iluminación, dependiendo las condiciones del ambiente. Es un elemento que no incomoda después de una sesión de juego y al contrario, permite que no exista un agotamiento excesivo y pueda ser más cómodo jugar por unas horas.

Un monitor con “alma” de televisor

El intento de BenQ con el sonido es interesante, ya que integra dos altavoces frontales de 2W y un woofer de 5W trasero, logrando un efecto 2.1. La calidad de sonido es superior a las bocinas promedio que se integran en los monitores, logrando ser similar al efecto que puede generar una televisión.

Lamentablemente su potencia sí es una limitante al ofrecer un sonido muy bajo. En el menú del monitor también existirán algunas ecualizaciones de audio, pero los cambios solo se podrán distinguir cuando nos encontremos en un lugar con un sonido ambiente reducido.

Mención honorífica al control remoto, es muy pequeño, pero logra cubrir con todas las funciones: cambiar fuente de video, seleccionar el modo HDRi, abrir el menú, activar el modo B.I.+, subir o bajar el volumen, cambiar las ecualizaciones y activar los perfiles de Low Blue Light. Es la mejor opción para modificar los ajustes del monitor.

Sabemos que es un monitor para gaming, pero hicimos algunas pruebas para tenerlo como un monitor de trabajo y para consumir multimedia y logró cumplir sin problemas. Caso idéntico con las consolas, jugar en resolución 2K (Ps4 Pro o Xbox One X) con una pantalla que tiene una respuesta tan rápida es un deleite.

Ser jugador de PC no es barato

Un elemento que no podemos dejar pasar es su precio, el monitor EX2780Q se puede comprar de manera exclusiva por Amazon México, con un valor de 11,799 pesos. Para muchos podría considerarse un precio elevado por un monitor 2K, pero por el tipo de prestaciones y rendimiento, lo consideramos de las opciones más atractivas en la actualidad.

Sin duda su diseño es diferente al resto, aunque es un aspecto para mejorar en futuras versiones. El punto más flojo es el HDR que se queda debajo del promedio actual, aunque logra dar mejores resultados a la imagen normal.

Nos encantó la reproducción de color gracias a la pantalla tipo IPS. Al ser enfocado al gaming el tiempo de respuesta es muy bueno con una frecuencia de actualización que requerirá una tarjeta gráfica por lo menos de gama media para sacarle provecho.

BenQ creó una gran opción para aquellos que quieran jugar con una exigencia más alta, pero también aprovecharlo con contenido multimedia o simplemente para trabajar. Puede ser el escalón necesario antes de saltar a una resolución 4K y una gráfica de gama alta.