¿Cuántas veces no hemos escuchado hablar de la Política de Uso Justo de una empresa? Generalmente son las firmas de telecomunicaciones las que aplican este término al prestar su servicios para el correcto uso y aprovechamiento de los mismos, sin afectar ni a proveedor ni a clientes.
Si bien cada compañía tiene una definición de la política de uso justo (generalmente muy similares entre si), en un enfoque más general tenemos que una PUJ es "una restricción en la tasa de transferencia de la red. Generalmente se refiere a la política impuesta por el proveedor de servicios de internet para limitar el uso de sus clientes. En si, tiene la finalidad de evitar la sobresaturación de la red para que todos los usuarios puedan disponer de una velocidad estable del servicio".
¿Por qué hablamos de este tema? Porque ahora vamos a hacer un repaso por la historia de la política de uso justo en México. Además, también revisaremos cómo ha cambiado con el paso de los años y la evolución de la oferta comercial de telecomunicaciones que en nuestro país ha dado un gran salto en poco tiempo.
A través de los años
Lo dicho, las PUJ no son nuevas y a través de los años han cambiado considerablemente pues recordemos que hace años no existía el concepto de "consumo ilimitado", era prácticamente un sueño.
Sin embargo, mientras ahora no existe la navegación ilimitada en internet hace algunos años sí. Personalmente les puedo contar que Telcel contaba con un producto llamado "Plan Península Smartphone" que ofrecía este beneficio, con una PUJ de navegación a máxima velocidad (les mentiría si les digo cuánto era en ese entonces porque fue antes del boom del 4G LTE) de 10 GB. Posterior a esa cantidad, la velocidad se reducía a 256 Kbps.
Claro, los otros beneficios eran apenas 60 minutos a números nacionales con cobro si yo recibía una llamada fuera de mi área de activación, y 50 mensajes de texto (aproximadamente). Aun así, con una velocidad promedio de navegación de entre 5 a 10 Mbps y sin tantos servicios que demandaran gran consumo de datos, dicha PUJ solía ser suficiente. Al menos para un joven Antonio Cahun de aproximadamente 19 años.
Y llegó el consumo ilimitado a México
Fast forward a la actualidad. Gran diversificación de los servicios de telecomunicaciones se ha hecho presente, con consumo ilimitado de llamadas, mensajes de texto y algunos servicios de internet, mayormente redes sociales. ¿Cómo controlan las grandes operadoras estos consumos? Pues con un lavado de cara de las Políticas de Uso Justo.
Actualmente los tres principales operadores de México (Telcel, AT&T y Telefónica Movistar) tienen apartados muy bien definidos sobre lo que se permite, y no, hacer con sus servicios ilimitados.
Por ejemplo, AT&T es muy claro con el uso de las llamadas y mensajes de texto ilimitados. En su sitio web se lee:
El servicio contratado sólo será prestado en dispositivos móviles y es comercializado para el uso estrictamente interpersonal (persona a persona), por lo que el Suscriptor de manera enunciativa, más no limitativa, no podrá:
Utilizar el equipo terminal móvil y/o la tarjeta SIM para un fin distinto a la comunicación interpersonal (de persona a persona).
Utilizar los servicios para telefonía pública y casetas telefónicas.
Enviar mensajes de manera masiva y transmisión de datos en general que disminuya, sature o de cualquier otra forma afecte las funciones de cualquier elemento de la red de AT&T o de terceros con los que exista interoperabilidad, incluyendo cualquier tipo de código malicioso.
Utilizar los servicios de modo tal que degraden y/o afecten la red de AT&T, o degraden y/o afecten la prestación de los servicios de otros usuarios.
El operador celeste norteamericano es de hecho el más explícito en su política de uso justo. Movistar solo hace énfasis en el uso en roaming y larga distancia; y Telcel solo se enfoca en el consumo ilimitado de datos, señalando aspectos como la velocidad máxima, la velocidad una vez alcanzada la PUJ y cuándo se restablecerá el servicio en su totalidad.
Sin olvidar a los nuevos servicios
Por otro lado, no podemos olvidar a los recién introducidos a México servicios de internet doméstico por 4G LTE, ya que también cuentan con sus propias políticas de uso justo. En su mayoría funcionan de la misma manera: si se llega a la cantidad determinada, la velocidad de navegación disminuirá hasta la próxima fecha de corte.
Sin embargo, en algunos otros casos también se comercializa la modalidad de internet de prepago que si bien no aplica como tal una política de uso justo, sí permite que los usuarios puedan volver a contratar su servicio a total capacidad en caso de agotar los datos incluidos y necesitar más para continuar con sus actividades.
Como podemos darnos cuenta, las políticas de uso justo han cambiado mucho en México. Sí, los servicios han cambiado a la par, pero con la aparición de nuevas ofertas, los términos de uso para mantener su buen funcionamiento seguramente también evolucionarán. Y aquí estaremos para contarlo.
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