Lo que hace años fue un enorme símbolo de lujo y poder en Medio Oriente, hoy no es más que un casco oxidado anclado en las orillas del puerto de Basora, una de las ciudades más grandes de Irak. Se trata de Al Mansur, el colosal yate de 121 metros que alguna vez fue propiedad de Saddam Hussein. A casi dos décadas de la caída del régimen, los restos del barco se han convertido en una atracción para turistas.
Pese a su deprimente estado, el Al Mansur aún despierta interés entre los visitantes, quienes ahora pueden acercarse a tomarse fotos con este gigantesco testigo de la historia del país. De acuerdo con relatos de pescadores locales, cuando pertenecía al expresidente iraquí, era imposible acercarse al barco. Ahora recibe una gran cantidad de visitantes cada año.
Un tesoro olvidado bajo el óxido
Diseñado para albergar a 200 personas, con un helipuerto incluido y mobiliario de lujo, el Al Mansur fue uno de los tres yates del expresidente. Sin embargo, Hussein jamás llegó a navegar en él. De hecho, durante la invasión estadounidense a Irak en marzo de 2003, Saddam ordenó anclarlo en Basora. No pasó mucho tiempo antes de que el yate fuera alcanzado por los ataques militares y terminara semihundido.
Desde entonces, su historia ha sido la del abandono. Los saqueos no se hicieron esperar tras la caída del régimen: se llevaron desde muebles hasta partes de la estructura metálica. Hoy, lo que queda del Al Mansur son restos de óxido, pisos corroídos y la silueta triste de lo que alguna vez fue una embarcación imponente.
Para algunos iraquíes, la imagen del yate en ruinas representa algo más que el paso del tiempo. “Este yate es como un tesoro, una obra maestra rara que tenemos en casa”, dijo a CNN Zahi Moussa, capitán de la marina que trabaja para el Ministerio de Transportes de Irak. Y aunque hubo llamados para restaurarlo, las autoridades nunca asignaron recursos ni mostraron mayor interés en su conservación.
Entre la memoria y el turismo
En un país marcado por décadas de guerra, no es de extrañar que un barco oxidado despierte tanta atención. El Al Mansur se ha vuelto una especie de cápsula del tiempo, un símbolo de un régimen extinto hace ya 17 años. Para los visitantes, es también una oportunidad de observar cerca de uno de los íconos más peculiares de la era Hussein.
Actualmente no existen planes para restaurarlo y garantizar su preservación, lo que explica su descuidado aspecto. A pesar de ello, el yate se ha convertido en parte del paisaje. Puede que algunos lo vean como un recordatorio de una época lejana o como un símbolo de decadencia. No obstante, el Al Mansur es hoy por hoy uno más de los sitios fotogénicos de Basora.
Imagen de portada | @PHILIPPE DESMAZES / Wikimedia Commons.
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Mike's
Pobre Yate 😢👊🏻.