Dentro de la jerga o "slang" del internet se han propiciado palabras y términos a lo largo de 15 años como mínimo. Aceptémoslo, muchos hemos tenido que recurrir a Google para entender su significado, ya que son más y más las palabras que vemos en comentarios o publicaciones en redes sociales.
Entre nerfear, trollear, ghostear, woke o acrónimos en inglés como IDK, BTW, LOL, OMG, sin duda cuesta identificar cada un0. Ahora se suma otra palabra a la lista que no proviene del todo por parte de los usuarios, más bien es gracias a la inteligencia artificial. Denle la bienvenida a la nueva plaga digital: el slop.
Hasta ahora, el término spam se ha referido a la información basura o bien, mensajes no deseados recibidos de forma masiva. La diferencia con el slop, es que éste último describe el contenido generado automáticamente por herramientas de IA.
Específicamente, al realizado de manera automatizada sin intervención humana ni supervisión con el único objetivo de obtener beneficios monetarios, como aumentar las visitas a un sitio web o cifras de seguidores.
A diferencia de los chatbots, este contenido no es interactivo ni busca satisfacer necesidades específicas. Su única finalidad es parecer humano para atraer tráfico y generar ingresos con base en la publicidad.
El problema que provoca el slop
Este término que se puede traducir como "bazofia", ha florecido en Facebook a partir de imágenes de Jesucristo con langostinos en lugar de extremidades o niños en autos de botellas de plástico. Evidentemente, obtienen miles de reacciones.
De acuerdo con The Guardian, existen otros problemas que han surgido a partir de este fenómeno. Algunos ejemplos son el artículo de viajes que sugiere la visita a un banco de alimentos como un punto de interés en Ottawa o los libros disponibles en Amazon sobre setas que ofrecen consejos peligrosos.
La llegada del slop ha tomado por sorpresa a la industria. Ahora Meta ha impuesto la obligación de etiquetar el contenido generado por IA, TikTok lo automatiza, y Google está implementando resúmenes automáticos para sus resultados de búsqueda.
Sin embargo, dichos esfuerzos no abordan el problema de manera efectiva y, en algunos casos, lo están empeorando al difuminar la distinción entre lo auténtico y lo artificial.
En el mismo artículo del periódico británico, se rescata lo dicho por el desarrollador Simon Willison, reconocido por ser uno de los primeros en usar el término slop, quien indica la importancia de reconocer y etiquetar esta amenaza.
“Antes de que el término "spam" se generalizara, no todos tenían claro que los mensajes de marketing no deseados eran una mala forma de comportarse. Espero que el “slop” tenga el mismo impacto: puede dejar claro a la gente que generar y publicar contenido generado por IA no revisado es un mal comportamiento”.
Sam Wilson para The Guardian
Entre todo este sistema caótico lleno de bots e inteligencia artificial conviviendo con humanos, poco a poco cuesta más trabajo distinguir lo real de lo slop. A cuenta de su servidor, no es beneficioso caer en lo alarmante, aunque no está demás tener cuidado con creer lo que se ve en redes y al menos buscar una fuente confiable que respalde la información.
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