La llegada de la pandemia de Covid-19, la guerra de Ucrania y el cambio climático fueron los ejes principales para que el Gobierno de Noruega decidiera aprobar el almacenamiento de 30,000 toneladas de trigo en los próximos dos años. La razón "estar preparados para lo impensable".
La iniciativa propiciada en 2023, dio a conocer que habrá una inversión anual de aproximadamente 6 millones de euros destinada a este proyecto. La visión a futuro del proyecto busca acumular hasta 82,500 toneladas de cereales antes de que termine la década. En otras palabras, el objetivo es asegurar "suficiente grano para tres meses de consumo de la población de Noruega en caso de una posible crisis", según explicó el ministro de Agricultura, Geir Pollestad.
De esta manera, el propio Gobierno afirmó que este plan forma parte de una estrategia para prepararse frente a posibles eventos que podrían interrumpir las cadenas de suministro o provocar aumentos significativos en los precios de los alimentos básicos.
Así, el ministro de Agricultura Pollestad, en conjunto con el ministro de Finanzas, Trygve Slagsvold Vedum, formalizaron un acuerdo con empresas privadas en el cual, se establece que el trigo será almacenado en territorio nacional con la meta de almacenar las primeras 15,000 toneladas en 2024.
"Debería haber un nivel adicional de seguridad en caso de grandes perturbaciones en los sistemas de comercio internacional o fracaso de la producción nacional. Esta es una parte importante del trabajo del gobierno para fortalecer la resistencia nacional".
Trygve Slagsvold Vedum, ministro de Finanzas de Noruega para el medio local NTB, con información recuperada por The San Diego Union Tribune.
Además, según indica El Economista, desde que se descubrió petróleo en el Mar del Norte en los años 60, Noruega ha adoptado rigurosas políticas para manejar estos recursos.
La fundación del Fondo Soberano en 1990 ha permitido invertir las ganancias del petróleo en el futuro del país, con lo que se ha logrado evitar la "maldición del petróleo" que ha perjudicado a otras naciones con abundantes recursos naturales.
Otro ejemplo de las normas de almacenamiento del país nórdico data desde la década de 1950 hasta 2003. Sin embargo, el Gobierno decidió suspender las reservas, ya que se consideraron innecesarias. Una de las grandes incógnitas ahora es por qué un país conocido por su planificación a largo plazo ha decidido retomar el almacenamiento de cereales.
Aunque de primera mano puede verse como un ejemplo a seguir, la realidad en México es otra. Con la próxima llegada del nuevo Gobierno a partir del 1 de octubre de 2024, las propuestas de la presidenta virtual electa, Claudia Sheinbaum, apuntan a panoramas muy distintos a prever posibles crisis.
Si hablamos en materia de medio ambiente, se enfoca principalmente en el abastecimiento de agua y en cuestión de energía se apuesta por la producción de petróleo y la distribución de electricidad. Aunque parezca un momento para reconsiderar el rumbo de dichas propuestas, aún es muy temprano para poder decir qué beneficios, o perjuicios, pueden darse.
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