Bañarse o no diariamente. Esta es una de las preguntas más comunes que rondan en el pensamiento colectivo y que, de acuerdo con varias investigaciones, depende de la situación.
No hay una sola respuesta correcta ni fórmula mágica sobre la frecuencia con que debe realizarse, pues hay una gran cantidad de factores que lo pueden determinar, como la cantidad de ejercicio realizado, la consiguiente sudoración, los hábitos o las normas sociales establecidas en la región
Existen razones para hacerlo diariamente, dice la Harvard Medical School. Las personas se preocupan por su olor corporal, como una medida para ayudarlas a despertar, o incluso luego de terminar una rutina de ejercicio.
La institución indica que cada una de estas circunstancias tiene validez, pues las relaciones personales o laborales pueden verse comprometidas por las quejas sobre el olor o la higiene personal.
Sin embargo, también se indica que no hay muchas evidencias sobre los beneficios de la ducha diaria, pues incluso puede ser "mala para la salud", según la institución.
Las razones para no bañarse todos los días
Esto se debe a que una piel normal y sana cuenta con una capa de grasa y un equilibrio de bacterias "buenas", así como de otros microorganismos, que al bañarse se eliminan, sobre todo si el agua está caliente.
Esto tiene algunas consecuencias, como que la piel se pueda resecar, irritar o picar; se agriete. Esto permite que las bacterias y alérgenos rompan la barrera de protección de la piel, lo que puede provocar infecciones cutáneas y reacciones alérgicas.
Por ejemplo, los jabones antibacterianos pueden matar las bacterias normales, lo que altera el equilibrio de los microorganismos en la piel, fomentando la aparición de organismos más resistentes y menos amigables, que soportan mejor los antibióticos.
Además, el sistema inmunológico de los seres humanos requiere cierta cantidad de estimulación por parte de los microorganismos normales, la suciedad y otras exposiciones ambientales, que le permiten crear anticuerpos protectores y "memoria inmunológica".
También hay otras razones, como que el agua con que nos limpiamos puede contener sales, metales pesados, cloro, flúor, pesticidas y más productos químicos que pueden traer consecuencias adicionales a la salud.
Las posibles soluciones
Es claro que, si bien bañarse diario tiene sentido en determinadas circunstancias, como en entornos laborales, esto no necesariamente mejora la salud y puede causar más problemas, junto al desperdicio de agua.
Como tal, no hay una frecuencia ideal para bañarse, pero según Harvard Medical School, algunos expertos apuntan a que ducharse únicamente "varias veces a la semana" es suficiente para la mayoría de las personas, a menos que, claro, se esté sucio, sudoroso, o se tengan razones para bañarse con mayor frecuencia.
Como alternativa, los baños cortos, de entre tres y cuatro minutos, enfocados directamente en las axilas o la ingle, pueden ser suficientes.
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