Una de las frutas más deliciosas y refrescantes es la sandía, pues esta fruta está compuesta por más del 90% de agua. Pero este alimento no solo es un dulce para el paladar, sino uno que tiene muchos beneficios para la salud, además de ser considerada una de las frutas más saludables que podemos consumir.
Y no, contrario a lo que dice el mito mexicano, comer sandía por las noches no "cae pesado".
De China a México: la sandía y sus bondades
En China la conocen como "xīguā" y en Japón como "suika". En ambos países se considera un símbolo de buena suerte y prosperidad, ofreciéndose como un obsequio especial. En Turquía se le conoce como "karpuz" y en India como "tarbuj", siendo también un fruto de festividad. En Texas, Estados Unidos, cada año se celebra el "Festival de la Sandía" y en México, la sandía llegó como parte de la mercancía traída por los colonizadores españoles.
Se le conoce por muchos nombres: melón de agua, acendría, sindria o patilla, pero en la ciencia es conocida como Citrullus lanatus. Se trata de un fruto compuesto casi exclusivamente por agua y que en su interior esconde una gran cantidad de nutrientes como vitamina A, vitamina C, potasio, magnesio, folato, fibras y componentes antioxidantes como licopeno y L-citrulina.
Como seguramente ya habrás escuchado, la vitamina A contribuye a la salud del sistema inmunológico, la piel y hasta la vista, teniendo un papel fundamental en el crecimiento y desarrollo celular. De igual manera, la vitamina C es un antioxidante que protege a las células de los efectos adversos de los radicales libres y optimiza la absorción del hierro en nuestro cuerpo.
En cuanto al potasio y al magnesio, son elementos que ayudan a la sangre, mejorando la circulación, regulando la presión arterial y los niveles de azúcar. También son importantes para el desarrollo de proteínas que dan forma a los canales iónicos en las membranas celulares, fundamentales para mantener en buen estado nuestros músculos.
Asimismo, esta misma investigación encontró que la sandía es rica en L-citrulina, un aminoácido esencial para la síntesis de proteínas. Pero no solo eso, la L-citrulina se convierte en óxido nítrico dentro del cuerpo, el cual funciona como dilatador natural para los vasos sanguíneos, lo que puede ayudar a prevenir enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
En otro artículo realizado por Kristin Fulgoni, se llevó a cabo una investigación utilizando la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición con más de 56,000 estadounidenses en un rango de edades desde 2 años en adelante, se encontró que los consumidores de sandía tenían una mejor dieta en comparación con los no consumidores. Además, se encontró evidencia de que los consumidores de sandía tenían una tasa menor de azúcares y grasas saturadas en el cuerpo. Por lo tanto, según este estudio, el consumo de sandía está asociado con una mejor ingesta de nutrientes.
La sandía en México y algunas recetas
Según el portal del Gobierno de México, el mexicano consume un promedio de 3.3 kilos de sandía al año. En nuestro país tenemos la fortuna de ser el doceavo productor más grande de sandía a nivel mundial, razón por la cual podemos encontrarla a un precio relativamente accesible en el mercado, en comparación con otros países donde es más complicado conseguirla.
Quizás es momento de aprovechar el calor que está haciendo para comenzar a consumir más sandía, pues no solo nos ayudará a mantenernos hidratados, sino que tiene múltiples beneficios para la salud. Y así como tiene tantos nombres, es muy versátil para preparar todo tipo de alimentos y bebidas. Podemos hacer una paloma de sandía, un licuado de sandía con jengibre, una ensalada de sandía o incluso helado de sandía. En resumen, sandía todo el día.