Sabemos desde hace siglos que nuestro planeta es una esfera. El filósofo griego Aristóteles mostró las primeras evidencias que la respaldaban, como que la sombra que proyectaba la Tierra sobre la Luna durante los eclipses era siempre redonda o que algunas estrellas eran imposibles de ver desde algunos lugares. El matemático Eratóstenes de Alejandría fue el primero en medir la circunferencia de nuestro planeta: 39,375 kilómetros, muy cerca de las estimaciones actuales.
A pesar de ello, hoy en día existen personas que ponen en duda este hecho, con argumentos como que no hay una curvatura visible en el horizonte. Sin embargo, Kelly R. MacGregor, geóloga del Macalester College, explica que esto se debe a nuestra perspectiva como seres pequeños dentro de un planeta gigantesco.
La Tierra no es plana, tú eres diminuto
Para entenderlo mejor, MacGregor propone imaginar a un acróbata sobre una pelota de circo de aproximadamente un metro de ancho. Al ser más alto que esta, el artista es capaz de verla curvarse. Si en lugar del acróbata, sobre la pelota se posara una mosca, la cosa cambiaría. Siendo tan pequeña, sus ojos estarían muy cerca de la superficie, por lo que no podría percibir la curvatura del objeto.
Lo mismo nos pasa a los humanos: aunque midamos dos metros de altura, esta distancia es insuficiente para tener una perspectiva que nos permita notar la curvatura de la Tierra. Incluso en la cima del monte Everest, que se eleva a 8,850 metros sobre el nivel del mar, sería difícil ver la forma redondeada del planeta.
La curvatura de la Tierra solo se vuelve perceptible desde alturas de al menos 10 kilómetros. Es por eso que los pasajeros en vuelos comerciales pueden notar ligeramente el arco del horizonte. Eso sí, desde la cabina, los pilotos tienen una vista más clara que los pasajeros. Sin embargo, la mejor perspectiva la tienen los astronautas, quienes pueden apreciar desde el espacio la curvatura y el planeta en su totalidad.
Bueno, esférica, esférica no es
Algo que sería más difícil de notar desde un avión, o incluso desde espacio, es que nuestro planeta no es una esfera perfecta. Más bien se trata de un esferoide oblato. El movimiento de rotación crea una fuerza centrífuga que produce un ligero bulto en el ecuador, como si alguien hubiera presionado los polos.
Además, las características topográficas de la superficie de la Tierra, como montañas y fosas oceánicas, añaden irregularidades a su forma. De acuerdo con la autora, dichas irregularidades incluso provocan ligeras variaciones en la intensidad de su campo gravitacional.
¿Por qué hay gente que cree que la Tierra es plana?
Por desgracia, el llamado terraplanismo es una creencia conspiracionista que ha ganado muchos adeptos. Un artículo de El País publicado en 2019 señalaba que, tan solo en los Estados Unidos, el 44% de los jóvenes entre 18 y 24 años cree que no es más que manipulación "todo eso de que la bola".
El texto señala que, a pesar de que se les acuse de ser analfabetas, lo cierto es que muchos terraplanistas son, de hecho, personas educadas que en los últimos años han decidido rechazar las explicaciones científicas y confiar en teorías conspirativas que descubren en plataformas como YouTube.
Entonces, ¿por qué han caído en estas creencias? De acuerdo con el artículo, la tendencia a creer en conspiraciones proviene del rechazo a los expertos y la búsqueda búsqueda de explicaciones simplistas para tiempos inciertos. Según Susana Martínez-Conde, directora del laboratorio de Neurociencia Integrada de la Universidad Estatal de Nueva York, este escepticismo mal entendido surge de la desconfianza hacia las instituciones y científicos, especialmente en un contexto social donde se perciben desigualdades y falta de control sobre el futuro.
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