¿Más o menos productividad trabajando de casa? En la complicada ecuación hay elementos de todo tipo, desde la personalidad del trabajador, la cultura de trabajo del sitio de empleo y una adecuada distribución de tareas y proyectos. En la discusión la Universidad de Stanford llega a dar luz, aunque no para quienes gustan del trabajo remoto.
El dato duro que citan en Stanford es que la productividad de quien hace trabajo a distancia de forma permanente decae entre 10% y 20%. Es una gran cifra, especialmente si se le compara con el trabajo mixto porque, de nuevo a decir de Stanford, en esta modalidad hay una ligera alza en productividad. Los números son contundentes y quizás respalden las últimas decisiones de las grandes tecnológicas sobre el empleo, pero hay matices importantes.
El reporte de Stanford contempla únicamente bajas en productividad en call centers, no en el total de los trabajos. Los autores del trabajo 'The Evolution of Working from Home' elaboran que el caso estudiado es de una de las empresas más grandes en Estados Unidos que desplazó a un grupo de sus empleados a trabajo remoto y construyó un grupo de control de trabajadores que se quedaron en oficina. El resultado fue de una baja de 8% en el volumen de llamadas en personas que hacían home office.
En cumplir con sus tareas laborales los empleados consiguieron permanecer constantes. El problema es que para hacerlo dedicaron más horas de su día, lo que implica una pérdida de productividad de hasta 19%.
El ejercicio es, desde luego, debatible. Trabajadores remotos podrían completar la misma cantidad de trabajo en más horas desde casa, pero ello no implica una pérdida para la empresa. Por el contrario, podría significar una ventaja si la razón por la que los empleados tomaron más tiempo para hacer sus labores es que dedicaron más horas a su vida personal, a su rutina diaria no relacionada con trabajo. Para muchos, uno de los beneficios natos del home office es precisamente poder alternar labores profesionales con tareas personales, todo en la misma jornada.
Trabajo solitario
Pero la victoria en horas dedicadas a vida personal y labores domésticas tiene contraparte. Uno de cada tres empleados reconoce que trabajar a distancia reduce sus oportunidades de recibir mentorías y acompañamiento en su trabajo, según una encuesta de Pew citada por el artículo de Stanford. Según un estudio citado, trabajadores presenciales en tiempos de pre-pandemia solían recibir hasta 21% más comentarios por parte de colegas sobre su código. Con los espacios presenciales laborales desapareciendo, equipos de trabajo recibieron hasta 50% menos comentarios.
En productividad y en acompañamiento laboral quienes abogan por el trabajo remoto no llevan las de ganar, pero el reporte considera un tercer elemento: las distracciones en el hogar. "Hay mucha literatura sobre los problemas de auto-control en economías que indican que sin supervisión constante, muchos trabajadores remotos consideran difícil motivarse a ellos mismos lo suficiente" se lee en el reporte. En ese aspecto no hay una victoria contundente. Simplemente hay trabajadores que pueden motivarse y mantenerse disciplinados trabajando a distancia, y hay quienes no.
El artículo tiene limitaciones importantes. Aunque cita materiales diversos, muchos de buena calidad, todos ellos se centran en la experiencia estadounidense. Como suele pasar con este tipo de textos, hay poco o nulo material que investigue y explique los efectos (en este caso del home office) en México. Dada que la cultura laboral es notablemente distinta de país a país, no todas las conclusiones del texto de Stanford deben ser transportables para nuestro país ni para todos los demográficos.
El documento 'The Evolution of Working from Home' fue publicado en julio de 2023 en una versión preliminar. El trabajo todavía no está terminado y será actualizado en versión definitiva en el transcurso de las próximas semanas y meses.
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