Los restos del cohete chino Long March 5B, cayeron en el mar Arábigo tras días de especulación de dónde harían su reingreso en el planeta.
El reingreso de las partes de la nave también fueron confirmados por el Escuadrón 18 de Control Espacial de Estados Unidos, que se dedica a rastrear objetos artificiales en la órbita terrestre. También Roscosos, la agencia espacial rusa, fue quien confirmó que los desechos cayeron en el océano.
La entrada descontrolada del cohete a la Tierra causó preocupación, aunque las autoridades chinas advirtieron que había muy poco riesgo de que los restos cayeran en una zona habitada. Aunque durante el monitoreo no fue posible determinar si se desintegrarían al ingresar.
La NASA se queja de China
El administrador de la NASA, Bill Nelson, afirmó que China “no cumple con las normas de responsabilidad” en relación con sus desechos espaciales.
Las naciones que realizan actividades espaciales deben minimizar los riesgos para las personas y los bienes en la Tierra de los reingresos de objetos espaciales y maximizar la transparencia en relación con esas operaciones.
La pieza que cayó del cielo en el océano formaba parte de la etapa del refuerzo central del cohete. Las etapas inferiores por lo general vuelven a la Tierra inmediatamente después del lanzamiento, mientras que las etapas superiores que alcanzan la órbita vuelven a encender el motor después de liberar sus cargas útiles, guiándolos en el reingreso hacia un área desocupada, como el medio de un océano.
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