Los científicos del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA han recreado las "arañas de Marte", una formación geológica fascinante que se encuentra en la superficie del planeta rojo.
Estas "arañas", conocidas científicamente como terrenos araneiformes, son formaciones geológicas caracterizadas por patrones de grietas que, vistos desde los orbitadores marcianos, se asemejan a arañas con múltiples patas.
Fueron detectadas por primera vez en 2003, hace ya 22 años, principalmente en la región del polo sur del planeta. Estas estructuras pueden alcanzar diámetros superiores a los mil metros.
Para explicar su formación, se propone la teoría de que estas arañas son un modelo Kieffer. Según esta hipótesis, se generan a partir de la sublimación del hielo seco (hielo de dióxido de carbono) durante la primavera marciana.
Cuando la luz solar calienta el suelo bajo el hielo, se forma gas que genera presión y provoca grietas tanto en el sustrato como en el hielo. Este proceso, anteriormente una teoría, ha sido validado con datos empíricos.
La experimentación en Tierra
Un equipo liderado por la geomorfóloga planetaria Lauren Mc Keown logró reproducir este modelo en la Tierra.
Utilizaron la cámara frigorífica DUSTIE del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA para simular las bajas temperaturas de -185 °C y presiones de entre 4 y 10 mbar, similares a las condiciones de Marte.
Durante el experimento, se condensó hielo de dióxido de carbono sobre un sustrato que simulaba el suelo marciano. Posteriormente, aplicaron calor desde abajo para imitar la radiación solar.
Los resultados mostraron que, al sublimarse el hielo seco, el gas de dióxido de carbono se infiltró en los poros del sustrato, formando una capa delgada de hielo en la superficie.
Conforme los géiseres de gas expulsaron polvo hacia el exterior, se formó una mancha oscura. Eventualmente, las grietas generadas por el estrés térmico crearon una red similar a las arañas marcianas. Estas estructuras, producto de la sublimación del CO2 y no de la erosión superficial, validaron el modelo de Kieffer.
Los resultados del experimento
Según Mc Keown, observar estas grietas fue un momento "extremadamente emocionante" en el laboratorio, ya que permitió demostrar lo que hasta entonces era solo una teoría.
El equipo planea continuar con los experimentos para comprender por qué estas arañas se forman únicamente en determinadas regiones de Marte y no aumentan en número. Esto podría indicar que son vestigios de las condiciones climáticas del pasado marciano.
Además, entender cómo se crean estas estructuras podría ayudar no solo a estudiar la geología y la evolución climática de Marte, sino también a obtener información valiosa para prevenir que la Tierra siga un destino similar al del planeta rojo.
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