La fascinante criatura viviente más antigua de la Tierra: tiene 80,000 años de vida y sigue creciendo

La fascinante criatura viviente más antigua de la Tierra: tiene 80,000 años de vida y sigue creciendo
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En el Bosque Nacional Fishlake, en Utah, Estados Unidos, se encuentra Pando, un organismo viviente tan extraordinario como antiguo. Conocido como "el gigante temblón", este ser no es un árbol común, sino un sistema interconectado de raíces que abarca más de 43 hectáreas y contiene aproximadamente 47,000 troncos individuales de álamo temblón (Populus tremuloides).

Según National Geographic, Pando podría ser el ser vivo más antiguo del planeta, con una edad estimada entre 16,000 y 80,000 años. A primera vista, Pando parece un bosque típico de álamos, pero su verdadera naturaleza lo convierte en una rareza biológica.

Según Newsbomb, lo que parece ser un conjunto de árboles individuales, en realidad son brotes clonales que emergen de un sistema de raíces compartido. Cada uno de estos brotes es genéticamente idéntico a los demás, lo que convierte a Pando en un solo organismo.

El nombre "Pando", que significa "yo me extiendo" en latín, refleja la capacidad de este increíble ser para propagarse a través de brotes que nacen de su red de raíces. Este sistema le ha permitido sobrevivir desde la última Edad de Hielo y adaptarse a los cambios climáticos y geológicos a lo largo de los milenios.

Según BBC, los científicos consideran que Pando es no solo el organismo más grande del mundo, con un peso estimado de 13 millones de toneladas, sino también uno de los más pesados y longevos.

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¿Cómo se calcula la edad de un gigante de 80,000 años?

Determinar la antigüedad exacta de Pando ha sido un desafío para los científicos. Según Wired, un equipo de investigadores de la Universidad de Chicago utilizó más de 500 muestras de ADN tomadas de diferentes partes del organismo para rastrear mutaciones genéticas acumuladas con el tiempo. Estas variaciones genéticas revelaron que Pando podría tener entre 16,000 y 80,000 años.

Además, otros métodos, como el análisis de polen fósil de Populus tremuloides en sedimentos cercanos al lago Fish, refuerzan estas estimaciones. Incluso bajo el escenario más conservador, Pando habría estado presente cuando los humanos cazaban mamuts, mientras que, en el escenario más ambicioso, su germinación habría ocurrido antes de que nuestra especie abandonara África, según National Geographic.

El ciclo eterno de vida: regeneración sin reproducción sexual

A diferencia de los árboles individuales que dependen de la reproducción sexual para generar nuevas generaciones, Pando utiliza un método asexual para regenerarse. Según BBC, si un brote muere, el sistema de raíces produce nuevos tallos para reemplazarlo, lo que permite a este organismo perpetuarse indefinidamente, siempre y cuando las condiciones ambientales lo permitan.

Esta estrategia de clonación no solo le ha dado longevidad, sino también resistencia. Según Wired, aunque cada tronco es genéticamente idéntico, las mutaciones somáticas acumuladas en diferentes partes del organismo han ayudado a Pando a adaptarse a diversas amenazas, desde enfermedades hasta cambios climáticos extremos.

Depredadores, enfermedades y la intervención humana

A pesar de su extraordinaria longevidad, Pando enfrenta amenazas que ponen en peligro su supervivencia. Según Newsbomb, los ciervos y el ganado consumen los brotes jóvenes e impiden que el organismo se regenere adecuadamente. La ausencia de depredadores naturales como lobos y pumas, debido a la actividad humana, ha aumentado este problema.

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Pando también lucha contra enfermedades y el deterioro natural de su sistema de raíces. Según Wired, la edad avanzada del organismo también podría limitar su capacidad para regenerarse. Las imágenes aéreas tomadas durante 72 años muestran un declive progresivo en algunas áreas del bosque, donde los brotes jóvenes no alcanzan la madurez.

Pero más allá de su fascinante biología, Pando desempeña un papel fundamental en el ecosistema local. Según National Geographic, este sistema de árboles ayuda a conservar el suelo, retener el agua y almacenar carbono, de esta forma contribuye a la estabilidad ambiental. Además, sirve como refugio y fuente de alimento para una variedad de especies animales y vegetales.

Cabe mencionar que algunos científicos y conservacionistas trabajan para salvar a este gigante. Según BBC, algunas de las medidas incluyen la instalación de cercas para proteger los brotes jóvenes del pastoreo y la reintroducción de mecanismos naturales de control, como depredadores.

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