El 1 de mayo del 2023, un empleado del sector energético en España cayó en coma debido a una meningitis neumocócica (una severa infección bacteriana que afecta al cerebro y la médula espinal). Cuatro meses después, tras haber despertado y mientras se encontraba en rehabilitación, descubrió que su empresa decidió despedirlo mientras estaba inconsciente sin siquiera notificarle.
De acuerdo con El Diario, Javier (nombre ficticio para proteger la identidad del afectado) supo de su despido gracias a su hermana. Mientras revisaba la historia laboral de Javier en busca de beneficios, descubrió que la empresa había dado de baja a su hermano en junio de 2023, por lo que demandó a los empleadores por despido improcedente pese a que había expirado el plazo de reclamación.
Despido improcedente destapa fraude
La hermana también descubrió que este había encadenado tres contratos temporales de seis meses desde junio de 2021. Según el despacho legal Iuslaboralistas que llevó el caso de Javier, dicha contratación se considera fraude ante las leyes españolas.
Como explica El Diario, los contratos no respondían a un "incremento ocasional o imprevisible de la actividad normal de la empresa" ni a la necesidad de realizar "una obra o servicio concreto de carácter temporal". Es por ello que, como establece la normativa, el contrato de Javier debió haberse convertido en indefinido después del primer mes.
Según la defensa, la empresa además había generado indefensión a su empleado, pues no solo lo despidió mientras estaba en coma, sino que tampoco le fue notificada dicha resolución. Es por ello que Javier decidió demandar a sus empleadores.
La reclamación del despido caduca
El artículo 59.3 del Estatuto de los trabajadores establece que cualquier empleado tiene 20 días hábiles para presentar acciones legales ante un despido o resolución de contratos temporales. Cuando la hermana de Javier se enteró de su despido habían pasado más de tres meses.
No obstante, los abogados prosiguieron con la demanda amparados en el artículo 1969 del Código Civil español, que establece que "el tiempo para la prescripción de toda clase de acciones, cuando no haya disposición especial que otra cosa determine, se contará desde el día en que pudieron ejercitarse".
"Hay doctrina del Tribunal Supremo que viene a decir que si un trabajador tiene un impedimento absoluto para el ejercicio de la acción por despido, el plazo de caducidad queda suspendido".
Carlos Berástegui, Iuslaboralistas Abogados.
La demanda contra la empresa alegaba entonces que no existía "una causa justa" para la finalización de su contrato y exigía que se declarara como despido improcedente. La demanda fue presentada en octubre de 2023, y finalmente en 2024 se presentó un acto de conciliación. La empresa admitió la improcedencia del despido y pagó a Javier una indemnización de poco más de 3,000 euros (64,597 pesos mexicanos).
¿Qué pasaría en México?
Si el caso de Javier tuviera lugar en México, realmente su situación no cambiaría demasiado, aunque tendría algunos beneficios más. En dicho caso Javier contaría con dos meses para tomar acciones legales contra la empresa, según el artículo 518 de la Ley Federal del Trabajo. Sin embargo, como Javier estuvo en coma, sería posible obtener una prórroga, ya que su condición le impedía ejercer este derecho.
Siguiendo con el ejemplo, la LFT en su artículo 42 considera una incapacidad médica (como caer en coma) como causa de suspensión en la relación laboral, mas no de finalización de la misma. Por lo tanto, al rescindir el contrato de Javier mientras estaba en coma, sus empleadores estarían incurriendo en despido injustificado.
Finalmente, la situación se complicaría mucho más para la empresa al no notificar por escrito a Javier sobre su despido y las causas del mismo. De acuerdo con el artículo 47 de la LFT, al no hacerlo, esta pierde el derecho a argumentar las razones que pudieron justificar la rescisión. Javier entonces podría acudir a la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo (PROFEDET) para asesorarse al respecto.
Por despido injustificado, Javier tendría derecho a una indemnización equivalente a tres meses de salario o a ser restituido en su puesto de trabajo. En caso de que demandara a la empresa y el juicio se alargara, esta tendría que pagar salarios vencidos computados desde la fecha del despido hasta por un período máximo de 12 meses. Esto además de sus prestaciones, como prima de antigüedad, prima vacacional y aguinaldo, según corresponda.
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