En Japón convirtieron en parte de su cultura una mochila de casi 10 mil pesos que es tan antigua como Nintendo

Con la llegada de Era Meiji, la sociedad nipona comenzó a abrir sus fronteras al mundo occidental. Con los años, adoptó un artículo que se impregnó dentro de su cultura tanto como Nintendo. Casualmente, tiene la misma antigüedad que la compañía de videojuegos y su origen ni siquiera es japonés.

Rectangulares, rígidas, llenas de bolsillos y hechas, actualmente, con cuero sintético. Pueden apreciarse en mangas, animes y entre los infantes en camino a la escuela. No importa dónde pero siempre serán visibles: las randoseru.

De Holanda a la tierra del sol naciente

Inspirado en el sistema militar de los Países Bajos, el gobierno japonés estableció un nuevo uniforme obligatorio para las tropas niponas, que incluía mochilas cuyo nombre proviene del original ransel. Así fue como cada soldado recibió su randoseru para llevar lo necesario.

Para finales de 1880 su uso se extendió y popularizó entre niñas y niños gracias al futuro emperador Taisho, quien recibió una de estas mochilas cuando ingresó a la primaria. Aunque en un inicio sólo fue utilizada en el plantel donde acudía la familia imperial, llegó a las demás escuelas de zonas metropolitanas.

La iniciativa surgió como una forma de familiarizar a los jóvenes con las mochilas que, en el futuro, llevarían al enlistarse en el ejército en caso de conflicto. Sin embargo, fue después de la Segunda Guerra Mundial, en un esfuerzo por impulsar la economía japonesa, cuando las randoseru se convirtieron en un accesorio escolar estandarizado.

Cercano a la par del origen de Nintendo, el uso de estas mochilas se hegemonizó hasta casi un siglo después. Para la década de 1960, cada estudiante comenzó a portar su randoseru alrededor de Japón. Negra para los niños, roja para las niñas.

A tal grado llegó esta costumbre que se convirtió en una tradición donde padres o abuelos comenzaron a obsequiar a los niños la mochila que los acompañará a lo largo de toda su educación primaria. Básicamente, se trata de una costumbre profundamente arraigada en la cultura japonesa.

Tal como explicó Shoko Fukushima, profesora asociada de administración educativa en el Instituto Tecnológico de Chiba, para el New York Times: “ni siquiera es una regla impuesta por nadie, sino una regla que todos respetamos juntos”.

Una tradición de miles de pesos

Así como en su tiempo se expandieron a lo largo de Japón, las randoseru ahora pueden verse alrededor del mundo. El problema: su precio. Actualmente, existen páginas donde se venden estos productos pero con un coste entre los 500 y 700 dólares (hasta 14,199 pesos, aproximadamente).

Y hay de todo, desde diseños clásicos y coloridos dirigido a infantes, hasta elegantes y minimalistas para la oficina o universidad. De igual manera hay de precios a precios. En México, pueden encontrarse a través de eBay, donde se ofertan modelos con costos superiores a los 11,000 pesos, mientras que en Mercado Libre y Amazon hay entre los 6,000 y 3,000 pesos respectivamente.

Al final, el randoseru representa mucho más que una simple mochila escolar; simboliza valores como el compromiso, la responsabilidad y la resistencia. Con una vida útil que supera los 50 años y una arraigada presencia en la cultura japonesa, continúa como un objeto humilde pero trascendente.