Una antigua isla, oculta bajo el océano durante millones de años, revela secretos que podrían cambiar el equilibrio geopolítico de América del Sur. Se trata de la Elevación del Río Grande (RGR, por sus siglas en inglés), una enorme meseta submarina situada a unos 1,200 kilómetros de la costa de Brasil. Lo que hasta hace poco se consideró solo un conjunto de montes submarinos ha resultado ser los restos de una isla que alguna vez estuvo sobre el nivel del mar.
El hallazgo, publicado en la revista Nature, confirma que la RGR surgió durante un episodio volcánico en el Eoceno, hace aproximadamente 45 millones de años. Según los científicos, los rastros de arcillas rojas encontradas en el fondo marino son evidencia de que la región estuvo expuesta al aire y sufrió procesos de erosión antes de sumergirse en las profundidades del Atlántico. Mientras los investigadores analizan su historia, Brasil ya tomó cartas sobre el asunto y solicitó la extensión de su plataforma continental para reclamar soberanía sobre la región y sus valiosos recursos minerales.
Un "continente perdido" en el Atlántico
De acuerdo al estudio publicado en Nature, la RGR se formó por actividad volcánica hace más de 90 millones de años, cuando aún estaba conectada a Sudamérica. Su historia geológica ha estado marcada por eventos tectónicos y episodios de vulcanismo que la elevaron sobre el nivel del mar y la convirtieron en una isla tropical durante el Eoceno.
Los investigadores lograron determinar su antigua condición terrestre gracias al descubrimiento de arcillas rojas a más de 640 metros de profundidad. Según Bramley Murton, geólogo marino que participó en la expedición y en una declaración a Daily Galaxy este tipo de material no se encuentra en el fondo del océano a menos que haya estado expuesto al aire en algún momento. "Imaginen una exuberante isla tropical deslizándose bajo las olas y congelada en el tiempo. Eso es lo que hemos descubierto", explicó.

Evidencias de una antigua isla sumergida
El análisis de las arcillas confirmó la presencia de minerales como caolinita, hematita y magnetita oxidada, características de ambientes tropicales con alta humedad y procesos de erosión intensos. Según el estudio, la composición de estas arcillas es prácticamente idéntica a la de los suelos de Brasil, lo que refuerza la idea de que la RGR estuvo fuera del agua antes de hundirse de manera gradual debido a la subsidencia térmica de la corteza oceánica.
Además, imágenes de alta resolución captadas por el ROV HyBIS mostraron capas de lava intercaladas con arcilla roja, lo que indica que hubo periodos de inactividad volcánica donde la erosión tuvo tiempo de actuar sobre la superficie de la isla. Estos hallazgos permiten reconstruir cómo la Elevación del Río Grande pasó de ser una isla tropical a una meseta submarina atrapada en el fondo del océano.

El potencial económico detrás del descubrimiento
La importancia de la RGR no se limita a su valor científico. Según Daily Galaxy, la meseta alberga depósitos de minerales estratégicos como telurio, cobalto, níquel y litio, esenciales para la fabricación de baterías y tecnologías renovables. Esto ha despertado el interés de Brasil, que busca extender su plataforma continental para asegurar el control de estos recursos.
Si bien la zona se encuentra en aguas internacionales, Brasil presentó una solicitud ante la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos para obtener derechos exclusivos de exploración y explotación. Sin embargo, el proceso no será sencillo, ya que la comunidad internacional deberá evaluar si la actividad minera en la RGR puede realizarse de manera sostenible sin afectar el ecosistema marino.
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