‘El tercer hombre’ es una de esas películas que no pueden faltar en la lista de las mejores de la historia del cine. Habiendo obtenido el primer lugar en el Top 100 de las mejores películas británicas de siempre, pocos se atreverían a cuestionar su calidad y su influencia. Incluso el mismo Martin Scorsese ha elogiado antes a la cinta.
Para muchos es una obra maestra sin discusión y no hay diez películas que la superen. Esta joya del séptimo arte fue dirigida por Carol Reed, el mismo que nos regaló otros clásicos como ‘Larga es la noche’ o ‘El ídolo caído’.
‘El tercer hombre’, una película de culto que combina el expresionismo alemán y la narrativa magistral
‘The Third Man’, en inglés, es una película que se inspira en el expresionismo alemán y muestra un trabajo técnico impresionante, que se pone al servicio de una historia fascinante. En la trama, seguimos la búsqueda de Joseph Cotten, protagonista que quiere encontrar a su amigo desaparecido, entre tanto aparece Orson Welles, que encarna a un personaje misterioso y carismático, que apenas sale en pantalla, pero deja una impactante reflexión.
El director nos muestra su maestría en la puesta en escena, con una fotografía espectacular de Robert Krasker y una banda sonora inolvidable de Anton Karas. La película nos introduce en una Viena que ha quedado marcada por la Segunda Guerra Mundial y que cobra vida propia en la pantalla. Es un lugar lleno de misterio, intriga y peligro, que se adapta perfectamente a la historia de ‘El tercer hombre’. Esta es una de esas películas en las que el escenario es tan importante como los personajes.
Welles es un actor excepcional que deslumbra en ‘El tercer hombre’, pero el verdadero protagonista de la película es Cotten. Él es el que nos acompaña en esa etapa inicial de confusión y nos hace sentir la determinación de su personaje para lograr lo que parece imposible. El actor no estaba muy convencido de su papel, porque le faltaba profundidad. Pero él supo darle la dimensión necesaria con su gran actuación.
‘The Third Man’, una película que nos regala escenas memorables y una reflexión impactante
‘El tercer hombre’ es una película que nos deja escenas que no se olvidan, como la persecución por las cloacas de Viena o el plano final que causó una disputa entre Reed y Greene, el guionista.
Sin embargo, lo que más ha trascendido de la película es la reflexión que hace el personaje de Welles, que cuestiona la moralidad y la historia:
En Italia, en 30 años de dominación de 'Los Borgia' no hubo más que terror, guerras y matanzas, pero surgieron Miguel Ángel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza, por el contrario, tuvieron 500 años de amor, democracia y paz, ¿y cuál fue el resultado? El reloj de cuco.
El monólogo de ‘El tercer hombre’ no gustó a los suizos, pero sigue siendo una escena de cine inolvidable
‘The Third Man’ nos regala un monólogo que ha pasado a la historia del cine, pero que no fue del agrado de los suizos, que se sintieron ofendidos por las palabras de Harry Lime. El escritor John McPhee aclaró que el ejército suizo era “el más poderoso y temido de Europa” en la época de 'Los Borgia', y que su neutralidad fue una decisión posterior. Pero eso no resta mérito a la escena, en la que Lime expresa su visión del mundo a su amigo Holly Martins.
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