En Campinas, ciudad a aproximadamente 100 km al noroeste de Sao Paulo, Brasil, se encuentra la fábrica de Motorola más grande de Latinoamérica. Esta planta de 60,000 metros cuadrados es también la segunda fábrica más grande de la marca, solo detrás del complejo de 100,000 metros cuadrados en China.
Como parte de la celebración de los 10 años de la familia Moto g, Xataka México visitó la fábrica de Campinas en un viaje de prensa organizado por Motorola, y tuvimos oportunidad de ver cómo es la línea de ensamble de los celulares de la compañía. Además, también visitamos uno de los centros de I+D más grandes de Motorola, y conocimos detalles interesantes detrás del proceso de desarrollo de sus dispositivos.
Un smartphone cada 1.5 segundos
La fábrica de Motorola está específicamente en Jaguariuna, municipio de Campinas. La planta (concesionada a Flex, el segundo fabricante de tecnología más grande del mundo, solo después de Foxconn) funciona 24 horas. En los tres turnos de trabajo, produce aproximadamente 40,000 celulares Motorola al día. Sin embargo, el dato más asombroso es que la planta de Jaguariuna, en conjunto con la otra en Manaos, la segunda de Motorola en Brasil, producen un celular cada 1.5 segundos.
En la fábrica de Jaguariuna se producen todas las familias de smartphones Motorola. En promedio, el proceso completo de fabricación de un celular tarda 40 minutos. Es decir, todos los componentes pasan de ser piezas separadas, a un dispositivo completamente funcional listo para salir al mercado, en tan solo 40 minutos.
La línea de producción se divide en dos partes. Primero, el ensamble de placas madre para los celulares, las cuales pueden tener entre alrededor de 700 componentes, para los modelos más básicos, hasta alrededor de 1,400 componentes en modelos más avanzados. El proceso de ensamble está casi totalmente automatizado, pero aún se requiere de trabajadores que cambian manualmente los rollos de componentes en las máquinas que se encargan del ensamble.
Luego, la línea de producción de celulares. En esta también hay procesos automatizados, pero la participación de mano de obra humana es mucho mayor, en su gran mayoría de mujeres, ya que son más cuidadosas y atentas al detalle, según explican los jefes de producción de la fábrica.
Tarjetas madre, procesadores, memorias RAM y de almacenamiento, sensores fotográficos, entre muchos otros componentes, todos son ensamblados en esta línea de producción para dar vida a los smartphones. Además, también se llevan a cabo procesos como instalación de Android (una versión para realizar pruebas de componentes), calibración de cámaras, pruebas de unidades aleatorias para asegurar la calidad de los dispositivos, empaquetado de los celulares con sus respectivos instructivos, cargadores y cables, e incluso se coloca la fragancia de Motorola en las cajas.
Al terminar la línea de producción, los celulares Motorola están listos para salir a la venta. Sin embargo, antes de eso, son almacenados para su posterior distribución en todo Brasil, dependiendo del requerimiento.
Instituto El Dorado
Además de la fábrica de Jaguariuna, Motorola también tiene en Brasil uno de sus centros de I+D más importantes. El Instituto El Dorado fue creado por Motorola hace más de 25 años, aunque ahora es independiente y colabora muy de cerca con la compañía. Aquí trabajan alrededor de 600 ingenieros de áreas como fotografía, redes, telecomunicaciones, entre otras, dedicados a la investigación y desarrollo de nuevas tecnologías aplicables tanto a celulares Motorola como a otros proyectos del instituto.
Durante la visita de Xataka México al instituto, tuvimos oportunidad de ver pruebas de conectividad 5G, las cuales consisten en simulación de distancia a antenas, velocidad, saturación de celdas, latencia, entre otras. Según explicaron los responsables, el laboratorio 5G fue desarrollado en conjunto con Motorola hace unos 10 años. En este se hacen pruebas de compatibilidad de dispositivos con redes de quinta generación, certificación y homologación para los operadores más importantes del mundo. El tiempo de prueba de cada dispositivo antes de recibir la certificación 5G, es de entre 18 y 72 semanas.
Es decir, antes de que un smartphone Motorola salga al mercado, tiene que pasar por diversas pruebas que aseguran el correcto funcionamiento de su conectividad 5G, las cuales tardan de 18 a 72 semanas.
En el Instituto El Dorado también está el laboratorio de cámara de Motorola. Durante el recorrido, Xataka México tuvo oportunidad de ver diversas pruebas que Motorola hace a las cámaras de sus celulares. El equipo del laboratorio de imagen de Motorola se compone de expertos de áreas como gastronomía y redes sociales, y todos contribuyen a la calibración para optimizar las cámaras ante diversas situaciones.
El equipo se encarga de recrear los problemas más comunes de cámara en ambientes controlados para solucionarlos. Además, explica Motorola, el benchmark de las cámaras es "una imagen agradable y del gusto del usuario", y eso no siempre es lo más cercano a la realidad.
Uno de los detalles más curiosos que Motorola reveló durante la visita a su laboratorio de imagen, fue que la configuración y calibración de las cámara de sus smartphones son distintos dependiendo de la región. Es decir, la cámara de, por ejemplo, un moto g84 no es igual en América que en Asia, y esto depende de los gustos de los usuarios de cada región.
Dicho esto, Motorola también explica que algunos operadores del mercado americano requieren certificaciones de cámara específicas, las cuales se desarrollan y calibran en El Dorado. El instituto es solo uno de los seis centros de investigación y desarrollo de cámaras que Motorola tiene en todo el mundo.
De manera personal puedo decir que, sin duda alguna, la visita al laboratorio de imagen de Motorola fue uno de los aspectos más interesantes de todo el viaje de prensa a Brasil pues da una visión mucho más amplia y clara de todo el trabajo que Motorola realiza "tras bambalinas" para el desarrollo de sus smartphones.
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