¿Qué harías si olvidaras un Ferrari F40 valorado en 700,000 dólares en un estacionamiento por una década? Esto fue exactamente lo que ocurrió con Ion Tiriac, extenista y empresario rumano reconocido tanto por su éxito deportivo como por su pasión por los automóviles superdeportivos.
Durante una entrevista, Tiriac reveló que dejó un Ferrari F40 en un estacionamiento de Múnich y simplemente lo olvidó. El icónico superdeportivo permaneció inmóvil por años, por lo que acumuló polvo y problemas tanto estéticos como mecánicos.
Ion Tiriac, cuyo patrimonio supera los 2,200 millones de dólares, compró este Ferrari F40 en los años 90 por un precio notablemente alto para la época: 700,000 dólares, aproximadamente 14,000,000 de pesos. Esto fue más del triple de lo que costaba originalmente, un reflejo del prestigio que ya tenía el modelo.
Sin embargo, el empresario estaba tan absorto en su vida laboral y en la expansión de su colección de coches de lujo que perdió la noción de dónde había dejado este ejemplar. Fue el propietario del estacionamiento quien, tras una década, contactó a Tiriac para informarle que su valioso Ferrari seguía en el mismo lugar.
A pesar de su devoción por los automóviles, Tiriac decidió vender el Ferrari F40 tras recuperarlo. El vehículo requería restauración completa en la fábrica de Maranello debido a los años de abandono. Además, el coleccionista aún no contaba con espacio adecuado para resguardar su creciente flota de coches.
El Ferrari F40, más que un auto, una leyenda
El Ferrari F40 no era un coche cualquiera. Diseñado en los años 80 como el último proyecto supervisado por Enzo Ferrari, este modelo era una obra maestra de la ingeniería. Con un motor V8 biturbo de 2.9 litros y una carrocería ligera enfocada en el rendimiento, el F40 no tenía ayudas electrónicas ni comodidades.
Su propósito era claro: ser rápido, puro y desafiante. Esto lo convirtió en un ícono que superó a competidores como el Porsche 959 y el Lamborghini Diablo, lo que marcó un hito en la historia de los superdeportivos.
La historia del Ferrari F40 olvidado es un recordatorio de que incluso las joyas más preciadas pueden perderse en el caos del día a día, lo que genera curiosidad y asombro para quienes escuchan este tipo de historias.
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