Por si alguien no se ha fijado, los móviles que todos y cada uno de nosotros llevamos en el bolsillo se han hecho cada vez más y más grandes y alargados. Tanto que, en algunos casos, usarlos con una sola mano puede llegar a ser complicado. Y es que tener una pantalla más grande tiene muchas ventajas, como poder ver películas de una forma más inmersiva o disfrutar mejor de los juegos, pero como ocurre con los coches grandes que son difíciles de aparcar en según que zonas, los móviles de gran tamaño pueden ser algo incómodos de utilizar. Pero a los problemas soluciones, o en este caso, PopSockets.
¿PopSockets? ¿Qué es eso? Seguramente hayas visto alguno en más de una ocasión. Son unos agarres que se pegan a la zona trasera del teléfono para sujetar el móvil sin tener que poner el dedo meñique debajo. El nombre completo de estos accesorios es PopSockets Grip, y no es que hayan necesitado mucho tiempo para hacerse extremadamente populares entre el público más joven. De hecho, la empresa que los creó tiene apenas siete años, cinco si contamos desde el primer año en que empezó a vender.
El accesorio para millenials que creó un profesor de Filosofía
David Barret era un profesor de Filosofía en la Universidad de Colorado en Boulder y su historia no es como las típicas de Silicon Valley. Barret trabajó casi 10 años en la universidad y en su último año, 2014-2015, montó la empresa PopSockets LLC. No hubo una compra enorme por parte de una gran tecnológica, ni un fondo de capital de riesgo que le financiase ni nada por el estilo. La corta vida de los PopSockets no da para una película de Hollywood, aunque es interesante.
Barret estaba cansado de que se le enredasen los cables de los auriculares cuando los llevaba en el bolsillo, así que se le ocurrió una solución: pegar dos enormes botones de la ropa a dos botones más pequeños y estos, a su vez, a la parte trasera de su iPhone 3G. Ahora solo tenía que enrollar los cables usando su peculiar invento y listo, se acabó el problema. Funcionar funcionaba, pero el diseño era un poco tosco. En una entrevista con Forbes, David Barret reconoce lo siguiente:
"Desafortunadamente (o afortunadamente), me enfrenté a un nuevo problema: mis amigos y mi familia se burlaban de mí por mi grotesca solución. Pasé los siguientes meses desarrollando mi invento, el PopSockets: un artilugio a base de acordeón que se desploma para los bolsillos y se expande para servir como un agarre, un soporte y un sistema de administración de auriculares".
Después de aprender a usar CAD 3D para diseñar las piezas y ensamblajes, más de 60 prototipos y 15 meses de trabajo junto a Speck Design, el PopSockets, o más bien, su antecesor, que no era precisamente como lo es ahora, estaba listo para ver la luz, pero faltaba algo: dinero. ¿Y a dónde van los emprendedores con inventos más bien raros a buscar dinero? Efectivamente, a Kickstarter.
La campaña para financiar una carcasa para el iPhone con dos PopSockets se lanzó el 8 de enero de 2012 y en tan solo 36 horas ya había alcanzado el 61% de los 12.000 dólares que necesitaba para poner el proyecto en marcha. En cinco días el proyecto estaba completamente financiado y al mes consiguió 18.591 dólares que Barret usó para crear más colores y modelos. Un éxito, se mire por donde se mire, al que posiblemente contribuyese el vídeo promocional. No tiene desperdicio.
¿Pero qué es una buena historia sin un poco de tensión? En verano de 2012 Barret perdió su casa en un incendio forestal y cobró el dinero del seguro, así que con el dinero de Kickstarter, algo del seguro y medio millón de dólares que recaudó de "conocidos que creyeron en la idea desde el principio", pudo comenzar su andadura como emprendedor.
La primera versión, como decíamos, era una funda para iPhone, pero sus estudiantes (no olvidemos que también era profesor de Filosofía por aquellos entonces) le recomendaron que enfocase el producto al agarre en sí, y así, tras añadirle una lámina adhesiva donde el accesorio se junta con la trasera de los móviles, es como nacen los PopSockets que tenemos actualmente. Ahora es fácil encontrarlos en cualquier lado (no siempre originales, claro), pero en las primeras etapas de la empresa, ya en 2014, se vendían en el garaje de su casa. Ahora están en Amazon, en su web, en eBay, en tiendas físicas...
El primero año vendió 30.000 accesorios en Estados Unidos. Tres años más tarde, en 2017, la cifra ascendía a 35 millones de productos vendidos a lo largo y ancho de 40 países en todo el globo y en 2018 se fabricaron 70 millones. El proyecto de Barrett generó 240.000 dólares el primer año y, desde entonces, ha crecido a un ritmo del 800% internanual hasta tener 225 empleados según su página de LinkedIn y llegar a anunciarse por todo lo alto en Time Square.
Las últimas cifras que hay disponibles habla de que en 2018 PopSockets ingresó 200 millones de dólares, de los cuales 90 millones son beneficios. Según el CEO, "la ganancia neta es de alrededor del 45%.". A fecha de enero de 2019 se habían vendido más de 100 millones de unidades, una cifra que Barrett deslizó en una entrevista con Cheddar para después decir que estaba considerando salir a bolsa.
Un producto fácil de imitar
No todo ha sido un camino de rosas para los PopSockets originales, ni mucho menos. Los productos sencillos son fáciles de imitar, así que a los dos años de empezar a vender los PopSockets, en 2016, detectaron las primeras imitaciones. En una entrevista con Vox, Barret reconoce que en 2017 y 2018 estaba tumbando entre 1.000 y 2.000 productos de tiendas de todo el mundo al día. "Fuimos el cliente número uno de Amazon en términos de volumen de derribos todos los días", afirma el CEO.
Tan sangrante era la situación que Amazon tuvo que desarrollar nuevos protocolos solo para ellos. Después de todo, al ser un producto tan básico no debe ser fácil detectar falsificaciones y originales, más aún si las falsificaciones se venden como PopSockets. "Si estás en los Estados Unidos verás que si vas a Amazon, es difícil encontrar una falsificación. Si encuentras una, no estará allí dentro de un día".
Para ponerle freno a las imitaciones, la Cámara de Comercio emitió una orden de exclusión general para que las aduanas confiscaran todos los productos que infrinjan las patentes de PopSockets, se vendan como "PopSockets" o con otro nombre. Si tiene el mismo diseño, viola la patente y se retiene en aduanas. Hay entre 20 y 40 incautaciones de productos falsos cada mes.
En la misma entrevista con Vox, el CEO apunta que tienen más de 40 abogados en todo el mundo que se encargan de gestionar varias demandas a lo largo y ancho del globo las cuales han supuesto unos siete millones de dólares solo en 2018. El caso más relevante es contra Quest USA Corp, que vende unos productos similares llamados SpinPop en Walmart. En el caso español, si buscamos "popsockets" en Amazon España la empresa sale bien posicionada y todos los productos que se muestran son originales.
Sea como fuere, no es complicado encontrar imitaciones. A título personal, una vez estaba en el aeropuerto de Hong Kong y una empleada vino a hacerme una encuesta de satisfacción sobre las instalaciones del mismo. Como recompensa por haber respondido, me regaló un "popsocket" azul con el logo del aeropuerto.
No solo hay un modelo
Aunque los más conocidos y habituales son los PopSockets convencionales, es decir, los soportes para la mano que se colocan en la parte trasera, la compañía tiene otros modelos con diferente factor forma. Uno de ellos es el soporte para coches. Este consta de un enganche que se pega al teléfono y otro que se coloca en la rejilla del aire acondicionado en el vehículo. Son como los soportes convencionales, pero de quita y pon.
También están los PopMinis, que son como los PopSockets, pero más pequeños. Suelen venderse en paquetes de tres y, aunque su función es más decorativa que otra cosa, pueden usarse para colocar el teléfono de diferentes formas. Los hay en todos los colores que te puedas imaginar y con infinidad de motivos. Rondan los 20 euros de precio.
También están las PopWallet y las PopWallet+, que son, efectivamente, carteras que se adhieren a la parte trasera de los móviles. La diferencia entre los modelos estándar y Plus es que la segunda tiene un PopSockets incorporado que se puede quitar si así lo queremos. También tienen carcasas y, ojo, unos agarradores para sujetar la bebida, pero lo que no tienen en su web son los agarres con forma de anillo. Esos no los fabrica la empresa, aunque pueden encontrarse en Amazon si buscamos el término "popsocket con anillo".
Hablan los usuarios
Ya conocemos la historia de estos accesorios, así que la pregunta que cabe hacerse es ¿qué le aporta a los usuarios? ¿Por qué lo usan? Para salir de dudas hemos hablado con algunas personas para que nos cuenten su experiencia y qué les aporta en el día a día el uso de estos accesorios.
Charlie Masdeu, editora en Trendencias, nos cuenta que se lo compró hace justo un año "porque se lo veía a la gente, pero por nada más". Apunta que "al principio, como todo, no acababa de encontrarle el truco, pero a medida que vas cogiendo práctica vas viendo la comodidad". Tanto es así que "ahora cuando cojo un teléfono sin este soporte se me hace raro, sobre todo para hacer fotografías".
Con "fotografías" Charlie se refiere a selfies grupales, ya que, según expone, este soporte le da más estabilidad. De la misma forma, "también me sirve como soporte en los aviones o para ver Netflix en la cama". Precisamente por ello lo recomienda "a todas aquellas personas siempre vayan con el móvil en la mano (trabajo, viajes, etc.)", aunque reconoce que "si eres de los que pasa del teléfono, es un trasto más que ocupa espacio".
Lucy Ortega, editora en Bebes y más, también usa estos accesorios. "Lo compré en una ocasión que visitamos Disneyland. Tenía miedo de que se me cayera el móvil (manos torpes) y buscaba alguna opción que me permitiera sacarlo del bolso con mayor seguridad". Una amiga que lo usaba le dijo que los PopSockets eran "muy prácticos", y Ortega reconoce que "la verdad es que lo son".
"Antes se me caía frecuentemente el móvil", reconoce, "pero desde que lo uso solo me ha pasado una o dos veces y ha sido cuando no he usado el PopSockets expandido". Afirma que es muy útil para tomar fotografías y que "otra ventaja es que al colocar el móvil de forma horizontal sobre una superficie, el PopSockets sirve como soporte para que puedas ver un vídeo o seguir una receta sin necesidad de tener que sostenerlo con la mano".
Juan David Lasanta afirma que "está muy contento" por varios motivos. El primero es la comodidad. "Cuando usaba el teléfono en vertical tenía que poner los dos meñiques en la parte de abajo y, aunque no lo parezca, el móvil pesa un poquito". Tanto es así que "algunas veces me dolían los meñiques". Con el PopSockets ese problema desaparece, ya que es el accesorio el que soporta el peso.
A la hora de hacer fotos cree que también "es cómodo", aunque el uso más "exagerado" que le da es cuando está comiendo. "Cuando como lo pongo en horizontal sobre la mesa y veo lo que sea". En general Lasanta resume su experiencia como "genial" y recalca que lo recomienda porque "los móviles no hacen más que crecer de tamaño" y estos accesorios hacen que sea más fácil de manipular.
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