Cuando la primera entrega de The Sims apareció en el año 2000, no creo que los desarrolladores en Maxis tuvieran en mente la cantidad de atrocidades, crímenes de lesa humanidad y abusos que parte de la comunidad implementaría en este simulador, años después. Y es que la franquicia de The Sims brinda un montón de posibilidades.
En el mundo del videojuego, seleccionadas entregas de verdad pueden ser jugadas al gusto de cada jugador, pero ninguna como The Sims. Podemos jugar para relajarnos y sumergirnos en una vida virtual tranquila y pacífica, o podemos hacer lo que @u_m_a_m_i hizo: traer de vuelta el esclavismo.
A través de Twitter, ahora 𝕏, @u_m_a_m_i (al que nos referiremos solo como Umami) mostró un complejo sistema de esclavismo moderno en el que colocó a un grupo de Sims para trabajar sin parar. Para comenzar, creó un complejo cuadrado y gris, perfecto para mermar la moral de sus trabajadores.
Si bien es cierto que esto lo realizó hace casi 10 años, tras la publicación de The Sims 4, apenas hace unos días rememoró sus días como esclavista virtual, explicando cómo había logrado fundar una industria basada en la explotación. Es, sin lugar a dudas, el sueño de todo capitalista.
La primera fuente de ingresos para su feudo fue "obligar a los esclavos a escribir libros y guiones para publicarlos, así cada mañana cobraría una gran suma de derechos de autor". Antes de cerrar las puertas del lugar para siempre, un solo Sim logró escapar.
En algún momento, un esclavo se electrocutó.
Apenas 20 minutos después de haber comenzado con su malvado plan, Umami cobró su primera víctima: un Sim llamado Mopen que, por alguna razón, murió. La tumba del primer mártir quedó colocada a las afueras del complejo, dando inicio a una era de explotación dentro del lugar.
Para la supervivencia de sus esclavos, Umami se aseguró de colocar los requisitos mínimos para que los Sims pudieran vivir: camas, baño, lavamanos, ducha, cocina y un refrigerador. Los esclavos debían dormir en su oficina y contaban con escritorios pegados unos a lado de otros, sin ventanas y con una decoración sombría, arquitectura brutalista pura.
Todo sea por el arte, los Sims cambiaron de ser escritores a ser pintores.
Poco tiempo después de haber comenzado su negocio de escritores, cambió de giro. La nueva industria de Umami sería entrenar esclavos para pintar. Vendiendo lo que hacían comenzó a ganar más dinero. El negocio prosperó y comenzó a construir más cosas en el complejo. Los Sims esclavizados tenían una sala de visitas, las cuales recordaban a las de las cárceles, con una separación de por medio, solo pudiendo interactuar a la distancia.
Eso sí, el jefe de la fábrica tenía todo tipo de comodidades, e incluso construyó una mansión para él. En algún momento, se percató de que las precarias condiciones de vida de sus Sims hacían que estos envejecieran a un ritmo más rápido de lo normal. La solución fue incentivar la procreación de hijos, futuros trabajadores que nunca irían a la escuela y que "trabajarían para mí hasta la muerte".
Habitación nupcial.
Como si de un retorcido experimento social se tratase, construyó una sala especial para las relaciones íntimas entre trabajadores, la cual estaba iluminada por completo. Además, tenía una enorme ventana de cristal donde todos podían mirar lo que sucedía dentro.
El calvario de estos desafortunados Sims terminó tan súbitamente como comenzó. Después de un tiempo, Umami dice que simplemente se aburrió. "En algún momento me estaba aburriendo, así que me detuve", mencionó.
Sala de visitas, esas sí son prestaciones.
No estoy seguro de cuál es la moraleja de todo esto, ¿el deseo humano de la opresión? ¿las bondades del capitalismo? ¿que esto jamás podría pasar en la vida real? Más dudas que respuestas.
