La mira de muchas empresas de telefonía que quieren expandir su presencia y cobertura en el país está puesta sobre la red compartida que desde hacía varios meses se había dicho sería licitada. El Secretario de Comunicaciones y Transporte, Gerardo Ruiz Esparza, ha dicho que esto deberá ocurrir antes del mes de octubre de este año.
La idea de contar con esta red compartida consistirá en buscar que en todo momento que los pequeños operadores puedan utilizarla de acuerdo a sus necesidades, lo que les ayudaría a reducir sus costos y claro, ampliar la cobertura que ofrecen en el país.
Algunas de las condiciones que ya se han establecido para esta nueva red es que deberá cubrir al menos el 85% del territorio nacional. Pero podría significar que al menos otros 12 operadores móviles nuevos se incorporen al país.
Por otro lado, la llegada en el 2016 de esta nueva red compartida, permitiría a algunos operadores independizarse de América Móvil, y como sería administrada en su totalidad por las empresas que resulten ganadoras las pequeñas comunidades donde hoy no hay cobertura de telefonía móvil por el número de habitantes podrían resultar beneficiadas.
Entre los planes se tiene pensado usar 90 MHz de ancho de banda en el espectro de 700 Mhz lo que significaría que su administración simplificaría los costos de operación y mantenimiento, debido al espectro donde trabaja, ya que se necesitarían menos radio bases para cubrir el mismo territorio que otras redes, por lo tanto, se permitiría que operadores móviles virtuales y fijos operen en pequeñas regiones sin depender de gastos excesivos por su mantenimiento.
La nueva red mayorista permitiría que los operadores móviles, con red propia o virtual, ofrezcan sus servicios al usuario final a más bajo costo.
Por ahora lo que se sabe es que empresas como Huawei, Alcatel-Lucent, Nokia Networks y Ericsson son algunas de las interesadas en la administración de dicha red, por lo cual ya trabajan para la realización de las pruebas piloto y la colocación de antenas esta nueva red móvil mayorista.
Vía | El economista