Lo dice con orgullo: la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, dice que se ha practicado cinco pruebas de COVID-19 y en ninguna ha salido positivo. Su truco, revela gustosa, es unas “gotas mágicas” les llama, con nanomoléculas de cítricos.
Para ella tiene sentido todo. Ejemplifica que gran parte de los remedios caseros conocidos para dolores de garganta son cítricos, y que esos mismos cítricos son los que, curiosamente, se conocen como remedios efectivos para desengrasar y lavar. Sánchez Cordero está tan convencida, que admite haber mandado gotas de cítricos a los gobernadores de Querétaro e Hidalgo, que ambos dieron en algún momento positivo a COVID-19.
Javier Risco y Gabriela Warkentin, conductores de la entrevista en la que Sánchez Cordero hace la recomendación, por momentos no dicen nada, pero el silencio transmite su estupefacción. Acto seguido, preguntan si el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, sabe del remedio que es tan popular, al menos dentro de las oficinas de gobernación. Sánchez Cordero dice que sí le ha consultado, y que el doctor en cuestión le ha asegurado que las gotas, para sorpresa de nadie, no tienen aval científico.
“A mí se me hace muy lógico, como me curaba mi madre los resfriados, pues con limón y miel; y cómo me curaba el dolor de garganta, lo mismo, y cómo cortaban la grasa las abuelas de los sarténes, pues con limón, pues es muy lógico que son cítricos, nanomoléculas de cítricos que deshacen”
Olga Sánchez Cordero
“Es un suplemento alimenticio”, reconoce Córdero tras la serie de preguntas subsecuentes. No cura, pero previene, dice; al tiempo que asegura las gotas que combinan cítricos con zinc, a ella la han mantenido alejada del COVID-19**.
La entrevista termina, con los agradecimientos respectivos. Con Cordero fuera de la llamada, con las prisas antes del corte, los conductores se apresuran a aclarar que la prioridad, cuando se trata de COVID-19 es la opinión de los doctores, y hacen un llamado a no considerar como cura ningún suplemento o medicamento que no haya sido avalado para tal fin.
Cordero ya no está, pero la invitación, en radio nacional, llegó a casi todo el país.
Las gotas mágicas
Esta no es la primera vez que las gotas mágicas de Cordero reciben atención en medios. El propio Omar Fayad, gobernador de Hidalgo, reconoció que la secretaria le mandó el insumo cuando dio positivo, e incluso dijo que las gotas le “ayudaron mucho”.
Es claro que si Cordero pensara en las gotas como un suplemento meramente preventivo, no las habría mandado a los gobernadores con resultados positivos.
Sé que a muchos les llamaron la atención las gotas "mágicas" que me regaló mi maestra @M_OlgaSCordero. Para todos los que me preguntaron son nanoparticulados en gotas con extractos cítricos, terpenos, flavonoides, naranjina y vitamina C. ¡Saludos!
— Omar Fayad (@omarfayad) April 1, 2020
Cuando explica su origen, Cordero se refiere a su inventora como una “genia”.
“Las vi en varias entrevistas a una chica inteligentísima, ingeniera bioquímica, que sacó esta maravilla de productos que van directamente a destruir los virus, yo le pedí y para mis colaboradores”
Sánchez Cordero
La secretaria no da nombres en la entrevista, pero, sí hay una empresa que ha ganado atención mediática luego de que su fundadora, una ingeniera bioquímica, diera entrevistas sobre cómo sus productos basados en una súper molécula hecha a base de cítricos, puede destruir virus, bacterias, hongos y esporas, aunque su catálogo no incluye ni medicamentos ni suplementos alimenticios.
Gressmex es la empresa que tiene un catálogo de productos conocidos como Éviter, destinados a la prevención de contagios. La molécula a base de cítricos tiene patente en México y más de cien países, y es la piedra angular para desinfectantes, antisépticos, geles, e incluso pastas dentales. Su propia fundadora, Gabriela León, dice que sus productos no deben considerarse medicamentos.
“Ahí te la llevas con estas gotitas”
Sea un producto que se identifica a sí mismo como suplemento alimenticio, o no, ninguna sustancia tiene el aval científico para funcionar como tratamiento contra el COVID-19, así como tampoco para “blindar” a alguien de ser contagiado.
Tampoco hay evidencia científica sobre que una sustancia pueda asegurar que una persona, al ser contagiada, no presente síntomas, como también sugirió la secretaria de gobernación.
“Te puedo decir que la gente que se ha enfermado en esta secretaría y se han tomado las gotas, han sido asintomáticos (...) ahí te la llevas con estas gotitas”
Olga Sánchez Cordero
Ni sobre los fármacos que están siendo investigados como potencial terapia para el COVID-19 hay consenso. La hidroxicloroquina fue especialmente impulsada desde el gobierno de Estados Unidos, pero la OMS suspendió los ensayos clínicos por una leve alza en mortandad en aquellos que eran sujetos de estudio. El 3 de junio decidió reiniciar los ensayos.
En México se hacen ensayos también con azitromicina, remdesivir, tocilizumab y con el procedimiento de plasmaféresis.
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