Todos necesitamos agua para vivir eso es innegable, pero a través del uso que hacemos del agua, y tomando en cuenta la baja disponibilidad de agua dulce en nuestro planeta (del 2.5 al 2.75%) es más que obvio que debemos cuidarla, el problema viene en la forma en cómo utilizamos el agua por ejemplo: para ducharnos, para ir al baño, para lavar ropa, trastes, el coche, y con los detergentes o jabones que utilizamos la vamos contaminando poco a poco.
Desde que éramos chicos aprendimos en la primaria el ciclo del agua, también que el agua dulce es un recurso renovable pero limitado, y luego deseamos ser cuidadosos con el agua, y casi me atrevo a asegurar que ninguno de nosotros cuando utilizamos jabón para lavarnos las manos nos ponemos a pensar si es biodegradable o si sus nitratos y fosfatos están alimentando las algas y ayudando a que algunas lagunas y lagos se tornen en pantanos, proceso conocido como eutrofización.
En México, y el mundo, tenemos problemas con el agua
De acuerdo con información del Conacyt, en México hay más de 260 sitios con aguas altamente contaminadas que se encuentran en las cuencas hidrológicas: Aguas del Valle de México, Balsas, Lerma-Santiago-Pacífico, Pacífico-Sur y Península de Baja California. Mucha de esa contaminación se debe a la minería, la descarga de aguas residuales, el agua de las industrias, los desechos domésticos, plásticos variados, residuos sólidos urbanos, lixiviados(agua de lluvia mezclada con basura en descomposición), aceites, entre otros.
Las aguas residuales domésticas suelen contener restos de detergentes que por su fórmula química contaminan la poca agua que hay disponible. Ya desde el año de 1977 en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el agua, se proponía lo siguiente:
"Todos los pueblos, cualquiera que sea su estado de desarrollo y sus condiciones sociales y económicas, tienen el derecho a disponer de agua potable en cantidad y calidad suficiente para su necesidades básicas. Es de reconocimiento universal que la disponibilidad de dicho elemento por parte del hombre es imprescindible para la vida y para su desarrollo integral como individuo o como integrante del cuerpo social."
Y así es como nace Newen
Con el fin de darle una ayudada al medio ambiente y de paso ahorrar agua, luz y verter menos químicos a las aguas residuales, Alfonso González, Humberto Ramos y Ulises Navarro, se pusieron a filosofar intentando arreglar ese problema, y de ahí surgió la idea en 2013 de crear un producto con la idea de que mientras más se utilizara, más beneficio creara. Así fue como surgió Newen.
Newen es un detergente biodegradable con pH neutro, cuya característica principal es que no necesita enjuagarse, y en lugares donde escasea el agua, se agradece el hecho de llenar la tina de la lavadora solamente una vez. La fórmula de Newen es muy concentrada, de manera que para lavar una carga de 10 Kg de ropa (lo que le cabe a la mayoría de las lavadoras domésticas) se necesitan entre 10 y 30 mililitros (entre una y dos cucharadas) de acuerdo al nivel de suciedad.
Los tres innovadores trabajaron en la industria hotelera, de ahí que se dieron cuenta de las grandes cantidades de agua, electricidad y productos de limpieza que se utilizaban en los hoteles, aprovechando que el padre de Humberto Ramos le heredó una fórmula de un detergente biodegradable en la que ya llevaba varios años trabajando.
Así fue como perfeccionaron el detergente, hasta dejarlo altamente concentrado, con pH neutro, sin residuos por lo que no necesita ser enjuagado, y con esas características consigue ahorrar agua y energía eléctrica, además que al ser biodegradable, es mucho más fácil removerlo de las aguas residuales.
Pero... ¿funciona?
En Xataka México no quisimos quedarnos con esa duda de si el producto funcionaba o no, así que compramos la presentación de 250 mililitros y metimos a lavar un edredón que dicho sea de paso estaba bastante sucio.
Llenamos la lavadora, añadimos 30 mililitros del detergente y también el edredón, la primera sorpresa es que el agua terminando el ciclo de lavado estaba bastante sucia, después pasamos al centrifugado, y posteriormente lo dejamos secar. El edredón quedó bastante limpio al concluir el proceso y sin restos visibles del detergente, evitando que pasara por el proceso de enjuague (con el gasto de agua incluido) y el uso de un suavizante.
Claro que para ver un cambio significativo en los consumos de luz y agua, habrá que dejar pasar al menos un bimestre para poder comparar con los recibos anteriores.
Por no dejar le encontramos tres peros: el primero, la bolsita que compramos no traía un dosificador, entonces para medir los mililitros tuvimos que comprar una jeringa y medirlo con ella. El segundo es que nos gustaría encontrarlo en cualquier super, porque aunque hay distribuidores en muchos sitios (130 puntos a nivel nacional) , no está disponible en todo el país, solo en algunas ciudades. Otro pero es que el precio al que compramos la presentación de 250 mililitros fue 12 pesos mayor al precio público que ofrecen en la página web.
Precio y disponibilidad en México
Una de las ideas de los creadores de Newen además de la conservación del medio ambiente, es que entre más personas lo conozcan y lo usen, mayores beneficios habrá, por lo tanto ya son el detergente principal en varias lavanderías, pequeños y grandes hoteles y también en algunos hogares, pero continúan buscando puntos de venta, porque quieren compartir y generar un beneficio económico para todas las personas que quieran distribuirlo, puede ser por cambaceo, en tiendas o lavanderías.
La empresa asegura que próximamente tendrá una tienda en línea para que cualquiera pueda adquirir el producto, y tendrá dos formas de entrega: en un punto acordado cercano a nuestro domicilio o con envío directo (con coste adicional) a una dirección específica
Los precios y las presentaciones que manejan son las siguientes:
Presentación | Precio |
---|---|
250 mililitros (hasta 25 lavadoras) | 66 pesos |
1 litro (hasta 100 lavadoras) | 242 pesos |
4 litros (hasta 400 lavadoras) | 924 pesos |
20 litros (hasta 2,000 lavadoras) | 4,400 pesos |
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