15 millones de dólares, ese era el precio de la D-Wave 2, una computadora autoproclamada como cuántica, y que fue anunciada con bombo y platillo, atrayendo las miradas de la NASA y la NSA, pero también la de Google que la compró y diseñó un laboratorio a su alrededor para poner a prueba si lo que decían de dicha máquina era cierto.
Después en octubre pasado, se anunciaba un gran descubrimiento, que aportaba evidencia más convincente de los efectos cuánticos de los que era capaz la D-Wave 2, todo parecía indicar que la investigación de Google iba por muy buen camino.
Pero hoy la D-Wave 2 está enfrentando su primer gran tropiezo. Un estudio científico encontró que la computadora cuántica no es más rápida que una computadora convencional, cuestionando todas las premisas que Google tenía, y por la cual hizo su laboratorio. Guiado por científicos en ETH Zurich, el equipo de investigadores puso a competir computadoras tradicionales con la cuántica en una serie de problemas que pretendían probar las fortalezas de la computación cuántica. (El proyecto también fue asistido por Microsoft Research, que probó la clásica simulación en sus clusters de computadoras más poderosas)
Una vez que los resultados fueron procesados, el equipo encontró que no había una clara diferencia entre la computación tradicional y la cuántica. La D-Wave podrá tener poder cuántico, pero eso no la hace más rápida. (¡Allá van 15 mdd tirados a la basura!)
La investigación esperaba encontrar una "aceleración cuántica", propiedad que permite a una computadora cuántica hacer sus cálculos mucho más rápido que una computadora convencional, con más ventajas, mientras más complejo era el problema a resolver. La aceleración cuántica es la gran ventaja de la computación cuántica, con ella, una computadora con estas características podría resolver problemas complejísimos que a una computadora normal le llevarían años o siglos resolver, pero sin ella, acabas con un montón de chatarra carísima, que solo te sirvió para aumentar el "hype" del momento.
La cuestión es que no es nada definitivo, las pruebas no alcanzan ni para decir que la aceleración cuántica es una realidad, ni para todo lo contrario. Aún existe una pequeña posibilidad de que con otros problemas a resolver se "aparezca" la aceleración cuántica, lo que a mí no me parece correcto es que con todo lo que presume se sientan bien los creadores de la D-Wave por estar a la par de los clusters de computadoras "tradicionales" más poderosos.
Jeremy Hilton, vicepresidente de desarrollo de procesadores de D-Wave dice que en unos pocos años podrán sobrepasar el "estado del arte" de la computación clásica, puesto que no se han encontrado con límites al desempeño que no puedan mejorarse con cambios en el diseño.
Y además tenemos el laboratorio de Google. El Quantum AI Lab (Laboratorio de inteligencia artificial cuántica en traducción libre), que aún está probando los límites de la D-Wave, pero han declinado comentar cuándo harán públicos sus resultados, como con casi todas las investigaciones, es un proceso lento y gradual, uno que apenas comienza a probar las ambiciosas promesas de la D-Wave 2.
La mayoría de los científicos no se pondrían la tarea de construir una máquina sin saber lo que es capaz de hacer. La mayoría de los científicos, pensarían un poco más antes de empezar
Matthias Troyer - Coautor de la publicación en Science.
Vía | The Verge
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