La nave espacial Juno de la NASA ha tomado su primer lote de imágenes de Europa, la luna helada de Júpiter, revelando características de su superficie en una región cercana al ecuador, conocida como Annwn Regio.
En esta observación, Juno, impulsada por energía solar, se acercó a aproximadamente 352 kilómetros de distancia, el jueves 29 de septiembre a las 4:36 am, hora de México.
Este es el tercer paso cercano por el planeta en la historia por debajo de 500 kilómetros de altura y la mirada más cercana que se ha tenido de Europa desde el 3 de enero de 2020, cuando Galileo se acercó a 351 kilómetros de la superficie.
Lo que Juno vio de Europa
Europa es la sexta luna más grande del sistema solar, siendo ligeramente más pequeña que la de la Tierra, donde los científicos creen que existe un océano salado debajo de la capa de hielo de kilómetros de espesor. Ante esto, se han generado preguntas sobre si existen condiciones capaces de albergar vida debajo de la superficie.
En este segmento de la primera imagen de Europa tomada durante el sobrevuelo de la JunoCam, la nave se acercó a una franja de la superficie de la luna al norte del ecuador.
Aquí, gracias al contraste mejorado entre la luz y la sombra, se logra ver el límite del lado nocturno, características de terreno accidentado, así como bloques altos que proyectan sombras.
También se pueden apreciar crestas, valles brillantes y oscuros que se curvan a lo largo de la superficie. En específico el agujero que aparece, podría ser un cráter producido por algún impacto.
El reto de la sonda y lo que se puede aprender
Para captar estos datos, Juno tuvo solamente una ventana de dos horas para recopilarlos, mientras pasaba por la luna a una velocidad relativa de aproximadamente 23.6 kilómetros por segundo.
En este sobrevuelo la misión recopiló imágenes de mayor resolución de la luna (1 kilómetro por pixel) obteniendo datos valiosos de la estructura de la capa de hielo de Europa, el interior, la composición de la superficie y ionósfera, además de la interacción de la luna con la magnetósfera de Júpiter.
El siguiente paso será comparar las imágenes de Juno con las de misiones anteriores, para ver si hay elementos que hayan cambiado en las últimas dos décadas, y se reemplazará el mapa geológico actual de baja resolución existente en el área.
También, las vistas de Juno y sus instrumentos, proporcionarán nuevos detalles sobre cómo varía el hielo de Europa debajo de su corteza, para así generar nuevos conocimientos de la luna y ubicar regiones donde pueda existir agua líquida en zonas poco profundas.
Imagen: NASA/SwRI/MSSS/Navaneeth Krishnan