La Estación Espacial Internacional no es eterna. Con su retiro programado para 2030 y el inicio de la guerra contra Ucrania, Rusia comenzó a desarrollar un plan para contar con su propia instalación en órbita. Este proyecto contempla iniciar operaciones a partir de 2028, con un plan de lanzamiento ya definido.
Aunque aún se trata de un proyecto, Yuri Borísov, director de la agencia espacial rusa Roscosmos, ha aprobado el plan de ensamblaje para construir la Estación de Servicio Orbital Rusa (ROSS). Se espera que los cosmonautas rusos se trasladen a esta nueva estación una vez que Rusia abandone definitivamente la Estación Espacial Internacional.
Así será la construcción de la estación espacial rusa
De acuerdo con el plan, el primer módulo de la instalación, un laboratorio de 20 toneladas que también funcionará como módulo de energía, será colocado en órbita terrestre con un cohete Angará A5M. Este lanzamiento está previsto para diciembre de 2027 desde el cosmódromo de Vostochni.
Posteriormente, en junio de 2028, se enviará un nodo de conexión con una esclusa de aire incluida. Finalmente, en octubre de 2029, se pondrá en órbita un módulo habitacional de 20 toneladas, con lo que se completará la primera fase de despliegue de la estación espacial.
Para acceder a esta nueva estación, se utilizarán las naves tripuladas rusas PTK Oriol. Sus primeros vuelos están programados para julio y octubre de 2028, y también servirán para relevar a la tripulación cada ocho meses.
A partir de 2028, se prevén los primeros vuelos de carga utilizando las naves Progress ROS. Este modelo, basado en las Progress MS empleadas para abastecer a la Estación Espacial Internacional, ha sido adaptado para lanzarse con un cohete Soyuz más potente, debido a que la ROSS estará ubicada en una órbita polar más inclinada que la de la ISS.
El fin de la ISS
Aunque no se ha establecido una fecha definitiva, tras las amenazas iniciales de abandonar la ISS en 2025 debido a las sanciones impuestas por la invasión de Ucrania, Roscosmos ha indicado que mantendrá su participación hasta 2028.
Sin embargo, diversos medios señalan que, dado el limitado presupuesto de la agencia, es probable que Rusia permanezca en la ISS hasta 2030, cuando concluya su vida operativa, al igual que el resto de los socios.
Ese año, la NASA enviará una nave de SpaceX modificada para ejecutar maniobras que desorbiten la ISS, con lo que provocará su desintegración en la atmósfera. Esta medida responde tanto al desgaste estructural de la estación como a los riesgos derivados de impactos con basura espacial, generada por otros lanzamientos o actos deliberados de destrucción de objetos en el espacio.
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