Más de un tercio de la población mundial se identifica como Gen Z, la generación que pronto será más numerosa que los Millennials. Estos jóvenes ya están entrando al mundo laboral, donde pasarán gran parte de sus vidas. Las empresas se interesan por conocer más sobre ellos, quieren saber cómo atraer y mantener el talento de los jóvenes de la Gen Z, que tienen sus propias motivaciones.
Este es uno de los grandes desafíos que enfrentan las compañías, pues la Gen Z busca un empleo que les permita crecer personalmente, más que uno que les pague bien. También prefieren trabajar desde casa, en vez de ir a una oficina. Estos son algunos de los patrones que se han encontrado en los estudios sobre esta generación. Según Deloitte, es importante entender los desafíos que enfrenta esta generación emergente de trabajadores y cómo afecta a los empleadores y al ambiente laboral.
Una generación con personalidad
La Generación Z ha vivido la gran crisis económica de 2018 y sus consecuencias, lo que podría hacer pensar (quizás sea un prejuicio de los boomers hacia los más jóvenes) que son una generación pragmática, que evita el riesgo y que no tiene espíritu emprendedor, que busca la estabilidad laboral. Pero Deloitte dice que “la realidad es más compleja”.
Cabe mencionar que, como dice un estudio de la Universidad de Navarra, la Generación Z ha crecido en un contexto de constante crisis global:
“La generación Z ha crecido en un permanente entorno de crisis, dentro de una sociedad en la que prima el individualismo, la pérdida de valores, altos niveles de corrupción política, el deterioro medioambiental, un desencanto social generalizado, la desigualdad y migraciones forzadas. Todo ello se suma a una crisis de identidad y personalidad profunda. Este contexto da luces para comprenderlos”.
Esto podría influir en su forma de valorar el trabajo. A diferencia de otras generaciones, el salario no es lo más importante para ellos: cuando tienen que elegir entre un trabajo que les paga más, pero les aburre y uno que les gusta más, pero les paga menos, la Generación Z no tiene una preferencia clara.
Según la encuesta, el salario es lo que más pesa en la decisión de un trabajo para la mayoría de las personas, pero no para los jóvenes.
La Generación Z quiere trabajar en empresas que se preocupen por el mundo y que apoyen causas importantes para ellos: la sostenibilidad, el cambio climático y el hambre, entre otras. Las empresas y los empleadores tendrán que demostrar su compromiso con estos temas para atraer a los nuevos talentos.
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