Hoy se dio a conocer que las tres grandes compañías de videojuegos, Nintendo, Microsoft y Sony, enviaron una carta conjunta al Gobierno de Donald Trump para pedir que se detenga la guerra comercial contra China, ya que los nuevos aranceles "perjudicarían a los consumidores, pondrían en peligro las fuentes de empleo y sofocarían la innovación".
En la carta dirigida a la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos, las tres compañías unen fuerzas para explicarle al Gobierno estadounidense que estos aranceles perjudicarán dramáticamente a la industria de los videojuegos y a toda su fuerza laboral, además de que provocarán un incremento en el precio de las consolas, lo que terminará afectando a los usuarios estadounidenses.
Se estima, al menos, un incremento del 25% en el precio de las consolas
En la carta de siete páginas, se explica que durante el 2018 el 96% de todas las consolas de videojuegos se fabricaron en China. Por lo anterior, se tendría que reconfigurar toda su cadena de suministro para eludir los nuevos costes y cumplir con las normas, algo que "sería inconmensurablemente perjudicial para el sector".
"La cadena de suministro de las consola de videojuegos se ha desarrollado en China a lo largo de muchos años de inversión por parte de nuestras empresas y socios. Cambiar esto provocaría una alteración significativa dentro de la cadena de suministro al trasladar todo a los Estados Unidos o a un tercer país, además de que aumentaría los costes -incluso más allá del coste de los aranceles propuestos- de los productos que ya se fabrican en condiciones con poco margen."
Nintendo, Microsoft y Sony aseguran que los aranceles provocarían que los consumidores estadounidenses pagarán, al menos, 840 millones de dólares más por las consolas, algo que sería un "daño desproporcionado" y que iría en contra de lo que el Gobierno de EEUU afirma que persigue con todo esto, afirman en la carta.
"Los nuevos aranceles perturbarían significativamente los negocios de nuestras empresas y añadirían costos significativos que reducirían las ventas de consolas de videojuegos, los juegos y servicios que impulsan la rentabilidad de este segmento de mercado."
Además, las tres compañías mencionan que no sólo se perjudicarían sus negocios y a los consumidores, también a los miles de pequeños y medianos desarrolladores de software y fabricantes de accesorios en los Estados Unidos. Y es se trataría de "un efecto dominó" que se extendería por todo el gran ecosistema de videojuegos.
Todo se determinará este fin de semana
Como parte de estos argumentos, ya hemos visto como compañías como Apple, Dell, HP, Intel, Microsoft, Walmart, Keurig Dr Pepper y Dollar Tree también están ejerciendo presión al Gobierno de Trump para que abandone los planes de imponer aranceles de hasta el 25% a productos fabricados en China.
Ahora mismo los ojos están puesto en Japón, ya que durante el fin de semana se llevará a cabo la Cumbre del G20, donde se espera que Estados Unidos y China retomen las negociaciones respecto a este delicado tema comercial.
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