Una encuesta realizada a más de 2,000 jóvenes de entre 16 y 25 años en Reino Unido reveló que la generación Z se ve obligada a rechazar empleos incluso después de haber superado múltiples entrevistas y haber captado la atención de los reclutadores. ¿La razón? Los gastos asociados al comienzo de un nuevo trabajo.
El estudio concluyó que el aumento en el costo de la vida hace que los jóvenes hoy se sientan ansiosos sobre su futuro, a la vez que limita sus aspiraciones profesionales. Desde el costo del transporte hasta el pago de uniformes o ropa adecuada para trabajar, son cosas que al menos uno de cada diez miembros de la generación Z no se pueden permitir, lo que lo lleva a rechazar ofertas laborales.
Gen Z, en la incertidumbre financiera
La encuesta, realizada para el Índice de Juventud NatWest 2024 anual del Prince's Trust, también reveló que más de la mitad de los jóvenes temen no alcanzar jamás la seguridad económica. De hecho, pensar en el dinero les genera estrés a más de un tercio de ellos. El 60% de las mujeres encuestadas dijo temer que el aumento del costo de vida les impida lograr la estabilidad financiera, y la mitad se preocupa por no ganar lo suficiente para mantener a una familia.
Y es que esta generación ha tenido que crecer en medio en un contexto económico cada vez más complicado. El mercado inmobiliario no permite a la mayoría de jóvenes aspirar a una casa propia y la inflación encarece cada vez más productos y servicios básicos. Para colmo, los salarios actuales no parecen estar a la altura, algo que la generación Z toma muy en cuenta a la hora de contemplar un empleo.

Perspectivas económicas y salud mental
La encuesta, publicada en Fortune, también reveló que el actual clima económico tiene "consecuencias drásticas" en la confianza, el bienestar y las aspiraciones para el futuro de los jóvenes. Esto también afecta la salud mental, especialmente de aquellos que viven en entornos más pobres. Jonathan Townsend, director ejecutivo de Prince's Trust, señala un círculo vicioso en el que la salud mental y el empleo se ven mutuamente afectados.
El 40% de los encuestados confesó padecer problemas de salud mental, un tercio teme que estos obstáculos les impida alcanzar sus metas profesionales. Uno de cada cinco jóvenes ha faltado a la escuela o al trabajo durante el año pasado, el 18% se ha sentido demasiado abrumado como para siquiera postularse a un trabajo y el 12% no ha podido afrontar las entrevistas.
En el caso de los jóvenes empleados, estos han optado por la "quiet ambition", es decir, priorizan su salud mental y bienestar emocional sobre ascensos laborales y el estrés que los puestos de mayor rango implican. Una encuesta realizada en 2023 a jóvenes empleados estadounidenses reveló que el 62% de ellos prefería mantenerse en su puesto y el 57% dijo que tomaría en cuenta el equilibrio entre vida personal y laboral a la hora de aceptar un cambio de rol.
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